Las claves
España, gran aliado de China en Europa: los beneficios y los riesgos de estrechar lazos
¿Por qué es importante? La relación de España con China impulsa su economía, pero complica su equilibrio diplomático con EEUU, presentando desafíos en seguridad económica y geopolítica a largo plazo.
Pedro Sánchez visitará China en abril, marcando su tercera visita en solo dos años, consolidando una relación sin igual entre un presidente europeo y Xi Jinping. España se ha posicionado como uno de los grandes amigos de China en Europa, y esta relación está comenzando a dar frutos, aunque también plantea ciertos riesgos.
El presidente español ha buscado estrechar lazos con el gigante asiático, pero con un ojo atento sobre no poner en peligro las relaciones con Estados Unidos, que atraviesa un momento delicado. España confía en que este acercamiento permitirá aumentar las ventas en el mercado chino, un mercado con un gran potencial sin explotar.
La balanza comercial entre ambos países refleja esta oportunidad: mientras que España compra 44.000 millones de euros en productos chinos, solo vende 7.500 millones. Este desequilibrio señala claramente el margen de crecimiento en el sector, lo cual podría paliar los efectos de los posibles aranceles impuestos por Estados Unidos bajo la administración Trump.
China, por su parte, ha anunciado su intención de invertir otros 3.000 millones de euros en España, lo que se sumaría a los 7.000 millones ya comprometidos en el sector de la automoción eléctrica. Esta inyección de dinero llega después de que España maniobrase para evitar los aranceles del 38% a los coches eléctricos chinos, algo que la Comisión Europea no ve con buenos ojos.
En Barcelona, China ya ha comenzado a ensamblar coches eléctricos bajo la marca Ebro, con piezas completamente chinas, una estrategia que les permite penetrar el mercado europeo.
El sector de las energías renovables es otro punto fuerte de las inversiones chinas. Después de invertir en plantas eléctricas, en los últimos años se han centrado en fábricas de baterías para coches eléctricos, con una inversión estimada en 10.000 millones de euros. China valora especialmente los precios asequibles de la energía en España y los salarios más bajos en comparación con el centro de Europa.
Sin embargo, este acercamiento tan estrecho con China podría generar tensiones con Estados Unidos. Las inversiones estadounidenses en España, como las de Amazon, son fundamentales tanto por los miles de empleos que generan como por los servicios esenciales que ofrecen a empresas españolas y la administración pública.
Si la relación con China se intensifica aún más, España podría enfrentarse a complicaciones con la administración Trump. A pesar de los riesgos, España ve al gigante asiático principalmente como una oportunidad estratégica para su futuro económico.