Málaga enfrenta una preocupante invasión de ratas que ha generado preocupación entre sus habitantes y visitantes. Los medios británicos, como 'The Mirror' y 'Daily Express', han destacado la situación, describiéndola como un "pánico" en una ciudad que atrae a millones de turistas cada año.

El Ayuntamiento de Málaga ha reconocido la gravedad del problema y ha decidido triplicar el presupuesto destinado a erradicar la plaga. Sin embargo, las autoridades advierten que la tarea no será sencilla, ya que este aumento en la población de ratas es una consecuencia directa del cambio climático. Según estudios recientes, la población de ratas en toda Europa ha crecido a la par que las temperaturas, y en España ya se contabilizan casi 20 millones de roedores, lo que equivale a cuatro ratas por cada diez habitantes.

Los científicos han alertado durante más de una década sobre este fenómeno. Las ratas prosperan en climas cálidos, siendo capaces de vivir cómodamente a temperaturas de 25 grados, y su hábitat ideal se sitúa en torno a los 30 grados. Además, su capacidad reproductiva es alarmante; cada hembra puede dar a luz hasta 108 crías al año, lo que contribuye a un crecimiento exponencial de la población.

Pero las ratas no son las únicas plagas que el cambio climático está potenciando. Las cucarachas, que se adaptan a diversos entornos, se están beneficiando del aumento de temperaturas, al igual que las garrapatas y los mosquitos. Estos últimos, además de proliferar, representan un grave riesgo para la salud pública, ya que transmiten enfermedades que causan la muerte de más de un millón de personas al año en todo el mundo. La aceleración en la reproducción de estas plagas debido al calor pone en alerta a las autoridades sanitarias.

La amenaza no solo se limita a la salud, sino que también afecta la producción agrícola. Las plagas han destruido ya un 40% de la producción mundial de cultivos, generando un coste de más de 165.000 millones de euros anuales. Con la tendencia de calentamiento global, estos números están destinados a aumentar, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria a nivel global.