El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado a Pekín este lunes para su segunda visita oficial a China en un periodo de dieciocho meses. En esta ocasión, el enfoque de la visita es diferente al de su viaje anterior en marzo de 2023, cuando firmó acuerdos en áreas como educación, deportes y fitosanitarios con motivo del 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

La actual visita tiene como objetivo principal abordar las represalias chinas contra las importaciones de cerdo español, una respuesta del gigante asiático a los aranceles impuestos por la Unión Europea a los coches eléctricos chinos. Acompañado por representantes de sectores diversos, desde la alimentación hasta la construcción, Sánchez busca negociar soluciones que eviten un mayor deterioro en el comercio bilateral.

Durante más de dos décadas, China ha considerado a España como "su mejor amigo en Europa", una relación que se ha forjado a través de múltiples visitas de altos funcionarios españoles y de intercambios diplomáticos significativos. La relación se remonta a junio de 1978, cuando Juan Carlos I realizó su primera visita a China, en un momento en que el país asiático comenzaba a abrirse al mundo. Como símbolo de gratitud, China le obsequió un oso panda, dando inicio a la conocida "diplomacia de los pandas". Aunque el primer panda falleció, en 2007, durante una nueva visita de los reyes a China, España recibió una pareja de pandas en calidad de alquiler, los cuales regresaron a China hace solo unos meses.

En 1985, Felipe González, al mostrar una postura comprensiva sobre los sucesos de Tiananmen, ganó la confianza de Deng Xiaoping, consolidando a España como un aliado cercano de China en Europa. Posteriormente, José María Aznar visitó China en 2000 con una delegación de 250 empresarios, buscando establecer una cumbre hispano-china bianual, aunque la propuesta no prosperó.

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero se destacó como el líder español que más visitó China, realizando cuatro viajes durante su mandato y disfrutando de una relación en su punto más alto. Sin embargo, bajo la presidencia de Mariano Rajoy, la relación se vio afectada por la decisión de la justicia española de procesar a varios altos dirigentes chinos, incluyendo al expresidente Jiang Zemin.

La preocupación por mantener la amistad con China ha sido evidente incluso en actos de diplomacia simbólica, como cuando en 2018, durante la visita de Xi Jinping a Madrid, se prohibió la presencia de un Winnie the Pooh en la Puerta del Sol, para evitar posibles tensiones con China, ya que esta imagen es utilizada por opositores de Xi Jinping para burlarse del líder chino.