No creen a la víctima
España da un paso atrás en la lucha contra la violencia sexual: Dani Alves, absuelto tras cambiar de versión hasta cinco veces
El contexto El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña declara "no fiable" el testimonio de la víctima, dejando en evidencia la fragilidad del sistema judicial frente a las denuncias de agresión sexual.

Resumen IA supervisado
Este viernes, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña absolvió al exfutbolista Dani Alves, previamente condenado por agredir sexualmente a una joven en 2022, generando dudas sobre la seguridad de las mujeres en España. La decisión se basó en que el testimonio de la víctima no era "fiable" para el tribunal, reafirmando el pensamiento de cómo las mujeres son cuestionadas incluso en casos graves de agresión sexual. A pesar de las pruebas físicas y el relato coherente de la joven, el tribunal priorizó las versiones cambiantes de Alves. La defensa argumentó que el encuentro fue consensuado, y Alves quedó en libertad tras pagar una fianza.
* Resumen supervisado por periodistas.
Este viernes, España ha vivido un momento que deja una huella de duda sobre la seguridad de las mujeres en el país. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha absuelto al exfutbolista Dani Alves, quien había sido condenado por agredir sexualmente a una joven en una discoteca en diciembre de 2022.
La decisión judicial se basa en la conclusión de que el testimonio de la víctima no era lo suficientemente "fiable", lo que, paradójicamente, ha puesto en evidencia una vez más cómo las mujeres pueden ser cuestionadas hasta en los casos más graves de agresión sexual.
El tribunal, al dar la razón a Alves, señaló que prevalece la presunción de inocencia sobre el testimonio de la joven, que según los magistrados no resultó "veraz". Esta conclusión deja en el aire una de las situaciones más inquietantes del caso: el acusado, quien cambió su versión de los hechos hasta en cinco ocasiones, parece haber tenido más peso que el relato de una víctima que, en palabras de la Audiencia de Barcelona, presentó una historia "firme, verosímil, coherente y persistente".
La acusación contra Alves comenzó cuando la joven denunció que fue agredida sexualmente en los baños de una discoteca en Barcelona. Inicialmente, el exfutbolista negó conocerla y aseguró que nunca la había visto antes. En su declaración, llegó a afirmar: "No sé ni su nombre ni la vi nunca más en la vida", como si se tratara de un encuentro completamente fortuito y sin ningún tipo de contacto previo.
Pero los hechos pronto comenzaron a desmentir su versión. La policía encontró restos de semen en el baño, lo que obligó a Alves a cambiar su relato. Fue en ese momento cuando, por primera vez, admitió que había mantenido relaciones sexuales con la joven, aunque insistió en que fueron "consentidas".
A pesar de sus múltiples contradicciones, la defensa del exfutbolista logró presentarlo como una víctima de su propia embriaguez, argumentando que el estado de alcohol en el que se encontraba le había hecho perder la conciencia de sus actos.
La acusación insistió en que el relato de la joven debía prevalecer, ya que no solo fue coherente, sino que coincidía con las pruebas físicas y forenses. Sin embargo, el tribunal parece haber dado más peso a las múltiples versiones de Alves, cuyo comportamiento, lejos de ser consistente, estuvo marcado por un evidente patrón de manipulaciones y justificaciones.
La defensa de Alves, liderada por su abogado, se centró en desmontar la acusación utilizando su propia narrativa: la joven habría sido la que propuso ir al baño, y el contacto previo entre ambos habría sido consensuado. Fue esta versión la que terminó de ganarse el favor del tribunal, permitiendo que Alves quedara en libertad tras pagar una fianza de un millón de euros. Sin embargo, la suma de elementos en su relato no hizo más que añadir complejidad al caso y dejó abierta la duda sobre la veracidad de sus declaraciones.
Lo más preocupante de este fallo es la reiteración de que, a pesar de las pruebas físicas y de la constancia del relato de la víctima, el sistema judicial parece otorgar más credibilidad a los testimonios cambiantes del acusado que al testimonio de la mujer que denunció una agresión sexual. El hecho de que se haya considerado su testimonio "no fiable" por no coincidir con una versión definitiva de los hechos, resalta la fragilidad con la que las víctimas de agresión sexual deben enfrentar la justicia.
016, número contra la violencia machista
El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.