Todo son ventajas

España, una superpotencia en energías renovables: el 60% de nuestra electricidad proviene de fuentes limpias

Los datos Con un 50% más de radiación solar que Alemania, España tiene la oportunidad de generar energía un 50% más barata, aprovechando este potencial, para liderar una transformación en el sector energético y atraer inversiones internacionales.

España, una superpotencia en energías renovables: el 60% de nuestra electricidad proviene de fuentes limpias

A diario, Donald Trump nos deja titulares, pero hay uno que destaca con fuerza: su lema 'Drill, baby, drill'. Esta es la apuesta del presidente por seguir extrayendo petróleo y perpetuar el uso de combustibles fósiles. No es solo una declaración de intenciones, sino una clara negación de la necesidad de un cambio hacia las energías renovables.

Y lo peor, lo hace justo en el 25 aniversario del Protocolo de Kioto, un acuerdo internacional que impulsa la lucha contra el cambio climático.

¿Pero por qué esto beneficia a España, más que a ningún otro país?

Porque en esta era de necedad climática liderada por Trump, España tiene ante sí la gran oportunidad de consolidarse como la superpotencia global de las energías renovables. Y no es un sueño: ya lo somos. Hoy en día, el 60% de la electricidad que consumimos proviene de fuentes renovables. No es poca cosa. De hecho, es un avance significativo.

Imagina cualquier plató sin ese 60% de electricidad proveniente de energías limpias… se quedaría en penumbra. Así de crucial es el papel de las renovables en nuestra economía.

Con sol de sobra para aprovechar

El sol, fuente inagotable de energía, se convierte en un activo crucial para España. Con un 50% más de radiación solar que Alemania, tenemos una ventaja clara: si aprovechamos ese potencial solar, la energía en España podría ser un 50% más barata que en otras naciones. Esto es lo que está sucediendo ahora mismo.

Gracias a esta ventaja, estamos viendo cómo las inversiones internacionales en renovables se multiplican en todo el territorio. De Trujillo (Cáceres) a Calanda (Teruel), y desde Mont Roig (Tarragona), España se está llenando de plantas solares de empresas globales, en un claro reflejo de su creciente poderío renovable.

Pero claro, no todo es fácil. Muchos de estos proyectos se encuentran con la oposición local, donde algunos vecinos se resisten al cambio en el paisaje y a la utilización de recursos, como el agua. Sin embargo, la tendencia es clara: mientras Trump persiste en su obsoleta apuesta por los combustibles fósiles, España tiene en sus manos la posibilidad de llevar las riendas de un futuro energético limpio, rentable y global.