Al ralentí

Europa, el continente del consenso lento que debe acelerar su ritmo de decisiones frente a las superpotencias

Las soluciones Para competir con EEUU, China y Rusia, los expertos proponen dar más poder a Bruselas en política exterior o crear un grupo de países dispuestos a avanzar sin esperar el consenso de los 27.

Europa, el continente del consenso lento que debe acelerar su ritmo de decisiones frente a las superpotencias

Vivimos en un mundo a dos velocidades. Mientras Estados Unidos, Rusia y China se mueven con la agilidad de un corredor de fondo, la Unión Europea se queda atrás, atascada en el lento proceso de consenso. En Washington, Moscú y Pekín, las decisiones se toman rápido, casi sin oposición, como si no existieran frenos o contrapesos. En cambio, en Europa, tomar una decisión común parece una tarea titánica.

Imagine que está en una reunión con doce personas decidiendo a qué restaurante ir esta noche. Algunos dicen que pueden, otros no; unos prefieren sushi, otros pizza. Así es como funciona Europa. Un bloque de 27 países con intereses dispares y con 27 visiones distintas del mundo. El resultado: se tarda. Y solo se llega a consensos mínimos, muchas veces insatisfactorios.

¿Cómo hacer que Europa actúe con rapidez?

Expertos como Ignacio Molina, investigador del Real Instituto Elcano sugiere dos soluciones. La primera: delegar la política exterior y de seguridad a la Unión Europea, lo que permitiría a la Comisión actuar con la misma rapidez con la que maneja otros temas, como el comercio o la compra de vacunas. Sin embargo, este enfoque se enfrenta a la resistencia de algunos países que prefieren mantener el control.

La segunda opción es que aquellos países que sí quieran avanzar más rápido formen un grupo propio, más ágil, dentro de Europa.

La pregunta es: ¿será posible que Europa deje de ser el continente del consenso lento y comience a jugar en la misma liga que las superpotencias globales? Mientras se decide, el mundo sigue avanzando a gran velocidad.