La tasa de inflación interanual de Turquía ha subido en el mes de junio al 78%. El mes pasado, este país ya estaba en un 73,5%, según los datos publicados por el Instituto Estadístico Turco (Turkstat). En términos mensuales, el IPC turco subió un 4,95%, frente al alza del 2,98% del mes anterior y muy por encima del 1,94% registrado en junio de 2021. De este modo, la media móvil de los últimos doce meses se situó en el 44,54%. En junio, el menor incremento anual de los precios fue del 23,74% en comunicación, así como en vestido y calzado con el 26,99% y Educación con el 27,76%.

En junio, el menor incremento anual de los precios fue del 23,74% en comunicación, así como en vestido y calzado con el 26,99% y Educación con el 27,76%. Por su parte, transporte con el 123,37%, alimentos y bebidas no alcohólicas con el 93,93% y mobiliario y enseres del hogar con el 81,14% fueron los principales rubros donde se registraron los mayores incrementos anuales. Y ¿cómo intentan poner freno a esa inflación salvaje? Con la receta de siempre: subir los tipos de interés.

El Banco Central de Turquía mantiene los tipos de interés en el 14%, tras pausar el pasado mes de enero la senda de rebajas del precio del dinero, después de haber acometido cuatro recortes consecutivos entre septiembre y diciembre de 2021. Es decir, aquí, en Europa, estamos temblando porque estamos a punto de subirlos del 0% al 0,25%. En Turquía, como decimos, ya están en un 14%, y los van a volver a subir. Cabe recordar que Turquía pidió hace 23 años entrar en la Unión Europea. Una entrada que sigue absolutamente congelada.