Este viernes en París, una subasta ofrecerá una ventana al pasado culinario con la venta de 4.600 menús históricos, incluyendo los últimos banquetes del presidente francés Carnot y las extravagancias gastronómicas de la reina Victoria de Balmoral. Estos menús, que abarcan desde 1885 hasta 1894, muestran no solo los platos consumidos por líderes mundiales y nobles, sino también la evolución de la cocina a lo largo de un siglo.

El menú final del presidente Carnot, antes de su asesinato, incluía exquisiteces como patatas fritas, muselina de cangrejo, pularda y helado de valquiria, proporcionando no solo un vistazo a sus gustos personales, sino también un testimonio de los sabores de la época. Mientras tanto, los banquetes de la reina Victoria ofrecían una variedad de platos como pates, croquetas de res y chuletitas de cordero, reflejando el lujo y la opulencia de la era victoriana.

Sin embargo, esta subasta también destaca un tema preocupante: la pérdida gradual de las recetas tradicionales a lo largo de las generaciones. Según la Asociación Internacional de Protección del Patrimonio Gastronómico, hasta el 70% de las recetas tradicionales podrían perderse con cada generación. Específicamente, las recetas de legumbres, están en peligro de extinción, debido a factores como la falta de tiempo para su elaboración, cambios en la disponibilidad de ingredientes y el impacto de las nuevas tendencias culinarias.

El fenómeno de la "comida viejuna" también se destaca como un factor en la pérdida de recetas tradicionales. Platos como el cocktail de gambas, pechuga a la villeroy y tarta de whisky, populares en décadas pasadas, han sido relegados al olvido en la actualidad, superados por nuevas tendencias y preocupaciones sobre su adecuación a los estándares modernos de salud y ética alimentaria.