El expresident de la Generalitat Valenciana Francisco Camps ha vuelto a estar en el ojo del huracán tras un altercado con un periodista, demostrando una vez más su sensación de impunidad tras haber sido absuelto del último juicio relacionado con el escándalo de corrupción Gürtel.

Aunque Camps ha logrado esquivar las condenas en los tribunales, varios de sus colaboradores más cercanos no han corrido la misma suerte. Su vicepresidente, Víctor Camps, fue condenado por su participación en la "trama de los trajes", mientras que él y el número dos del PP valenciano, Ricardo Costa, fueron absueltos.

Desde su absolución en el caso de la financiación ilegal de su campaña en 2007, Camps ha mantenido una imagen de impunidad, a pesar de las evidencias que implican a personas cercanas a él en actividades delictivas, como es el caso de Ricardo Costa. Camps ha sorteado los juicios de Gürtel, pero personas cercanas a él como su consellera de Turismo, Milagrosa Martínez, y su amigo personal Juan Cotino han sido condenadas.

La sombra de Gürtel también llegó a otros colaboradores de Camps, como Rafael Blasco, quien acabó en prisión por desviar fondos destinados a cooperación. A finales de este año, se juzgará al ex conseller de Gobernación de Camps, Serafín Castellano, por cohecho.

Estos casos han llevado a cuestionar la responsabilidad de Camps, quien nunca ha asumido ninguna responsabilidad por las acciones de sus colaboradores. Como dijo Ricardo Costa en la era Camps, "la fiesta no terminaba nunca" en el PP valenciano.