El mundo del póker está patas arriba por la última polémica registrada: Garrett Adelstein, uno de los mejores jugadores de póker del mundo, ha perdido 269.000 dólares ante una joven y, en principio, inexperta jugadora. Pero hay un detalle que llama la atención en las imágenes del momento: el anillo rojo que lleva la ganadora en su mano derecha. Ahí mira toda la industria del póker ahora mismo, pues existe la sospecha de que no hubiera ganado sin la joya.

'The Independent' en su versión española se preguntan si estamos ante el "mayor escándalo" de la historia del póker. Es la trampa del anillo. Pero ¿qué ha pasado exactamente? Lo analiza en laSexta Clave el periodista Jorge Vicente. Y primero, contexto: en Los Angeles, un prestigioso acoge una partida del 'World Poker Tour', un torneo con una gran cantidad de dinero en juego. Dos protagonistas: Garrett Adelstein, el gran campeón, y Robbi Jade Lew, la joven aspirante.

En el momento cumbre de la partida, la aspirante, con una mano muy pobre, con malas cartas, decide hacer un 'all in': apostar todo su dinero teniendo solo una J alta, una jugada con la que no se suele ganar. La estadística dice que su oponente tenía un 70% de probabilidades de ganar. Se descubren la cartas y acaba por ganar Jade Lew, que se lleva 260.000 dólares. Adelstein no se lo puede creer.

El hasta ahora campeón la acusa de haber hecho trampas usando el mencionado anillo, que desaparece muy poco después del fin de la partida. Según Adelstein, alguien de fuera de la sala comunicaba a la jugadora qué debía hacer en la partida a través del anillo, que vibraba cuando llevaba mejores cartas que su rival. ¿Por qué tiene esa sospecha? Porque la partida se estaba retransmitiendo en directo por televisión.

Esa es, al menos, la acusación del campeón batido: "Creo que mi oponente no jugó una mano legítima". De hecho, se va a abrir una investigación por esta cuestión que podría llegar a incluir un detector de mentiras. Por el momento, Robbi Jade Lew ha devuelto los 269.000 dólares que ha ganado. Nadie la ha obligado a hacerlo. Según ella, fue porque no quería líos, aunque insiste en que no hizo trampas y ha retado a Adelstein a un cara a cara. Aunque pueda sorprender, lo cierto es que hay más ejemplos de trampas en el mundo del póker.

Precisamente, dos de ellos están certificados: primero, en póker en casinos, usando cartas marcadas con tinta infrarroja que solo se ve con unas gafas o lentillas especialmente preparadas. Esto es lo que hicieron tres jugadores italianos en un Casino. Con esta técnica, ganaron 60.000 dólares por cabeza. Habían actuado antes en varios casinos; segundo, en póker online: A través de la ya mítica aplicación Messenger, un jugador logró instalar un programa en el ordenador de dos jugadores y controlar su cámara. Gracias a eso les veía las cartas. Logró ganar tres millones de dólares. Aunque en los dos casos, los tramposos fueron cazados.