Cada 22 de diciembre soñamos con 'El Gordo', el primer premio de la Lotería de Navidad, como si nos fuera a hacer millonarios de repente. Y sí hubo una época en la que eso sucedía. En 1967, por ejemplo, ganar los 7,5 millones de pesetas del primer premio equivalían a si ahora nos tocaran 1,2 millones de euros.
En los años 50, una vivienda costaba de media 250.000 pesetas y 45.000 un coche 600. Según los datos recopilados en RTVE, con los tres millones de pesetas que repartió el 'Gordo' de 1957, los agraciados podían comprarse diez pisos y diez coches. Podrían vivir el resto de sus vidas de las rentas.
Pero el 'Gordo' más rentable de los últimos 65 años ha sido el de 1967: 7,5 millones de pesetas que daban para comprar doce pisos en una de las zonas más exclusivas de Madrid y hasta 22 coches de lujo. Sin embargo, el coste para jugar era mucho más alto: las mil pesetas que costaba cada décimo equivaldrían actualmente a unos 160 euros.
Las mujeres comenzaron a cantar los premios en 1984. Para entonces, el 'Gordo' de Navidad ya cundía mucho menos. El premio mayor eran 25 millones de pesetas, que entonces daban para pagar unas cuatro viviendas y tres coches.
El 'peor año' para ganar la lotería llegó con el cambio de moneda. El 'Gordo' se fijó en 200.000 euros y cada décimo pasó de costar 3.000 pesetas a 20 euros. Con aquel premio de 2022 apenas daba para comprar una casa y, como mucho, un par de coches.
En 2011, el premio mejoró y se duplicó: pasó a ser 400.000 euros. Sin retenciones de Hacienda, en aquel entonces. Pero daban para dos pisos y tres coches.
En 2019, el primer premio seguía siendo el mismo, pero ese año Hacienda empezó a quedarse una parte. A cada décimo del 'Gordo' hay que restarle 76.000 euros. Los premiados podían hacerse con un piso y ocho coches. Y si hoy han sido los afortunados, en las grandes ciudades pueden hacerse con un piso y con ocho coches.
El CCE solicitó "actualizar los datos"
Emergencias contradice a Mazón: es el órgano encargado de enviar las alertas en situaciones como la DANA
El CCE aclara que, tal como establece la Ley de Protección Civil y el Plan Especial de Inundaciones, es su responsabilidad notificar a los municipios "en caso de declaración de situación de emergencia o preemergencia".