Hace casi medio siglo, en los años 70, los agricultores españoles protagonizaron las primeras movilizaciones, conocidas como la guerra del pimiento, del tomate, del maíz y de la patata. Su objetivo: conseguir precios justos para sus productos.

En 1977, la conocida como 'guerra de los tractores' reunió a cerca de 80.000 agricultores en los arcenes durante más de 15 días. Exigían poner fin a los precios bajos en origen, acceso a prestaciones de la Seguridad Social y una representación más efectiva. Lograron sus demandas, afirmando haber sacado al sector de la marginalidad.

Sin embargo, en los años 80, las protestas resurgieron, culminando en la 'marcha verde' de 1993 en respuesta a la reforma de la Política Agraria Común. Argumentaban estar en desventaja con Europa. Tras numerosas reuniones con el entonces ministro Pedro Solbes, obtuvieron una ley para modernizar las explotaciones y aliviar las cotizaciones.

Curiosamente, tanto el PP como Vox se abstuvieron en la votación de ese decreto, lo que hoy les reprochan los agricultores, ya que se presentaron como defensores de la gran protesta de 2022.

La manifestación en Madrid del mundo rural trajo consigo ayudas para contrarrestar el aumento de costes en gasóleo, energía, piensos y fertilizantes.