Hace diez años que el expresident de la Generalitat Jordi Pujol confesó que tenía una fortuna oculta en Andorra, acumulada durante 34 años. En un comunicado manuscrito, Pujol solicitaba perdón y explicaba que el dinero correspondía a una herencia familiar no regularizada. Esta revelación marcó su caída y lo apartó de la vida pública.

Sin embargo, a pesar de las acusaciones de blanqueo de capitales y asociación ilícita por parte de la Fiscalía Anticorrupción, el juicio contra Pujol sigue sin celebrarse. Aunque la Audiencia Nacional concluyó la instrucción en 2020, el tribunal aún no ha fijado una fecha para el juicio, en parte debido a las peticiones de los Pujol para excluir información privada del proceso.

En el transcurso de estos años, la figura de Pujol ha experimentado un resurgimiento, no como presunto evasor fiscal, sino como el entonces 'molt honorable president'. En los últimos meses, ha vuelto a hacer apariciones públicas, participando en la campaña electoral para Junts. Además, de concediendo entrevistas, acudiendo a presentaciones de libros, yendo a actos de empresarios catalanes y entrando al Parlament cuando le invitan.

Sin fecha para juicio, asoma de nuevo el Pujol, que gobernó la Generalitat durante 23 años. Tanto qué políticos como Salvador Illa del PSC y diversos líderes independentistas han incluido al expresident en sus discursos. ¿Por qué?

Los analistas apuntan a que si es por falta de referentes tras el procés o simplemente es que el tiempo parece exonerar. Lo que es seguro es que el juicio sigue sin fecha y si Pujol se sentase ahora en el banquillo lo haría con 94 años.