Javier Aguirre, magistrado del caso Voloh, que investiga los contactos de Rusia y el 'procés', ha denegado la aplicación de la amnistía a Carles Puigdemont y ha elevado al Tribunal Supremo la causa. El juez pide que se le investigue por los delitos de traición, malversación y organización criminal.

La investigación detalla dos reuniones clave en Cataluña entre funcionarios cercanos a Puigdemont y emisarios rusos. La primera tuvo lugar en el céntrico Hotel Colón de Barcelona, entre el 20 y el 24 de octubre de 2017. Según declaraciones de Elsa Artadi y Víctor Terradellas, los dos cercanos a Puigdemont, se reunieron con dos personas que hablaban ruso, cuyos nombres dijo desconocer, para luego informar a Puigdemont.

En la exposición razonada, el juez señala: "dos personas más que hablaban ruso, cuyos nombres dijo desconocer (...) ir a escuchar y luego informar al presidente (Puigdemont)". La segunda reunión ocurrió en la Casa dels Canonges, la residencia oficial del presidente de la Generalitat, un día antes de la declaración unilateral de independencia. Artadi y Tarradellas se reunieron con dos individuos que hablaban ruso en presencia de Puigdemont. Según la versión de Artadi, "esta reunión duró apenas cinco minutos".

Sin embargo, la trama se complica con una carta anónima que llegó al juzgado. Esta misiva, acompañada de recortes de prensa de una investigación internacional, afirmaba que uno de los asistentes a la reunión era un antiguo diplomático ruso cercano a Vladímir Putin.

Según la carta, se ofrecieron "varios miles de soldados rusos y millones de dólares a cambio de que una Cataluña independiente fuera una Suiza de las criptomonedas". En palabras del juez, "un exmilitar habría ofrecido al expresidente Puigdemont 10.000 soldados para garantizar la seguridad de la futura Cataluña independiente y 10 millones de euros con el fin de crear en Cataluña un paraíso fiscal en criptomonedas".

Estas alegaciones fueron desmentidas irónicamente por la embajada rusa en 2020, que tuiteó: "La información aparecida en los medios españoles sobre la llegada de 10.000 soldados rusos a Cataluña está incompleta. Hace falta añadir dos ceros".

Además, se reportaron reuniones en Rusia en fechas clave, como la que ocurrió dos días antes del referéndum del 1 de octubre de 2017, donde solo estuvo presente Terradellas, quien ahora está imputado por este asunto.