Una evolución eléctrica

La lección china que Europa no puede ignorar: el futuro es eléctrico

Las soluciones
Mientras la contaminación sigue amenazando las ciudades europeas, dos jóvenes emprendedores españoles lideran la transición hacia una movilidad y un almacenamiento energético más sostenibles.

La lección china que Europa no puede ignorar: el futuro es eléctrico

Hace poco más de una década, China vivió su particular 'airpocalipsis'. La contaminación en sus grandes ciudades alcanzó niveles alarmantes, envolviendo el paisaje en una densa nube de esmog que apenas dejaba ver a quienes transitaban por las calles. Las imágenes de ciudadanos con mascarillas, casi invisibles entre la neblina tóxica, dieron la vuelta al mundo y obligaron al gobierno chino a tomar medidas drásticas. Entre ellas, la más ambiciosa: la electrificación del transporte.

Hoy, Europa enfrenta un problema similar. Aunque las ciudades europeas no han alcanzado los extremos de Beijing en 2013, la contaminación sigue siendo una amenaza para la salud pública y el medioambiente. Y, al igual que China, la movilidad sostenible se perfila como una de las principales soluciones.

Lo saben bien dos jóvenes emprendedores españoles que, cada uno a su manera, han encontrado en la revolución eléctrica una oportunidad para transformar el panorama del transporte y el almacenamiento de energía en el continente.

La apuesta por la moto eléctrica

Run Chen, un español de origen chino, estudió telecomunicaciones en una universidad pública en España, pero su visión empresarial nació en un viaje a su país de origen. Allí se encontró con un escenario muy diferente al que había dejado en Europa: las calles estaban llenas de motos eléctricas, silenciosas y eficientes, una alternativa que en España aún parecía lejana.

Decidido a traer esta tecnología a su país de adopción, Chen fundó su propia empresa de movilidad eléctrica. Pero el camino no fue sencillo.

"Hubo ciertas incidencias con el transporte, no llegó en las condiciones adecuadas, pero tuvimos suerte y trajimos un prototipo funcional que pudimos enseñar a todas esas personas interesadas y a los inversores. En ese momento eran muy escépticos: una moto china, eléctrica… ¿Cómo funciona? ¿Cómo se matricula?", recuerda Chen.

A pesar de los obstáculos iniciales, su apuesta ha demostrado ser acertada. Con las restricciones a los vehículos de combustión y la creciente concienciación ambiental, el mercado de las motos eléctricas en España está en pleno auge, y la empresa de Chen se encuentra bien posicionada para liderar este cambio.

Dar una segunda vida a las baterías

Mientras Chen buscaba revolucionar la movilidad, Germán Agulló, un emprendedor de solo 24 años, encontró un problema que pocos habían detectado: las baterías de los patinetes eléctricos, cuando dejaban de funcionar, eran desechadas por completo, generando una enorme cantidad de residuos.

Consciente del impacto ambiental de esta práctica, Agulló decidió investigar cómo aprovechar esas baterías aparentemente inservibles. Su solución: desmontarlas, analizar cada celda de manera individual y reutilizar las que aún tenían vida útil para fabricar megabaterías industriales, especialmente diseñadas para almacenamiento de energía solar.

"Lo primero que hacemos es desmontar la batería, separar los materiales y analizar una a una las celdas. Vemos cuáles se pueden utilizar y cuáles no. Con las que están en buen estado, fabricamos megabaterías industriales. Antes, una batería duraba seis años; con nuestro sistema, pueden durar hasta 25", explica Agulló.

Su iniciativa no solo ha reducido el desperdicio de baterías, sino que también ha generado una solución eficiente para el almacenamiento de energía renovable, un sector clave en la transición ecológica.