Un repaso a la historia
La ley que quiere aplicar Trump contra los migrantes fue escrita hace 227 años y obligó a Estados Unidos a pedir perdón
Así era la ley La conocida como ley para "enemigos extranjeros" fue utilizada por Roosevelt para perseguir a los japoneses, incluso a los que habían nacido en EEUU. Sin ningún tipo de juicio, los japoneses fueron obligados a abandonar sus hogares y trasladados a campos de concentración.
![LeyTrump LeyTrump](https://fotografias.lasexta.com/clipping/cmsimages02/2025/02/10/E2DC83E7-8EAB-4A94-B33F-E4E17ACF1250/leytrump_160.jpg?crop=1280,720,x0,y0&width=544&height=306&optimize=low&format=webply)
Donald Trump quiere aplicar una ley escrita hace 227 años contra los migrantes, impuesta por John Adams, el segundo presidente de Estados Unidos en 1798, cuando Estados Unidos (EEUU) estaba al borde de la guerra con Francia. Es la conocida como ley de "enemigos extranjeros", pensada para periodos de guerra, la cual solo se ha aplicado tres veces y siempre durante guerras.
La última de esas veces tiene como consecuencia una de las etapas más oscuras del país, por la que EEUU hasta tuvo que pedir perdón. La última vez que se aplicó la ley que ahora quiere recuperar Trump acabó con campos de concentración construidos para japoneses. Ocurrió durante la II Guerra Mundial, en la que Japón entra de pleno en el conflicto con los ataques de Pearl Harbor. Como consecuencia, se empieza a perseguir a los japoneses residentes en EEUU, a los que se les señalaba como peligrosos, enemigos y posibles espías. La máquina del odio estaba en marcha.
Entonces, Roosevelt aplica la ley de "enemigos extranjeros" para perseguir a los japoneses, incluso los que habían nacido en EEUU. Ordena que se les expulse o deporte a campos de concentración en los que llegó a haber 120.000 personas, que fueron detenidas durante cuatro años. Sin ningún tipo de juicio, los japoneses fueron obligados a abandonar sus hogares y trasladados a campos de concentración. Hacinados, en duras condiciones, muchos murieron. En total, hubo diez campos de concentración por todo EEUU.
El día después del ataque, Roosevelt da la orden de expulsar o detener a todas las personas de ascendencia japoneses. Todos los ciudadanos norteamericanos de origen japonés fueron arrestados y deportados a campos de concentración. La expulsión masiva afectó a más de 120.000 hombres, mujeres y niños de ascendencia japonesa, dos tercios de los cuales eran ciudadanos estadounidenses.
Años después, el Congreso tuvo que pedir disculpas y asumir que fue "un episodio vergonzoso de la historia del país". La ley que hizo posible esta barbaridad es la quiere recuperar ahora Trump para echar a los migrantes, aunque ni siquiera se cumplen los requisitos para aplicarla. Así lo vemos en la propia la ley, que dice que se puede emplear "siempre que haya una guerra declarada entre los EEUU y cualquier nación" o se "esté intentando una invasión". No es ninguno de los dos casos.
Por mucho que Trump intente criminalizar a los migrantes, nada de eso está pasando, así que hoy, eso que plantea Trump directamente no sería legal.