Naciones Unidas ha emitido un informe respecto a las llamadas 'leyes de concordia' aprobadas o en proceso de tramitación en Aragón, Castilla y León, y la Comunidad Valenciana. Ha señalado que podrían violar la obligación de España de preservar la memoria histórica y ha instado directamente al Gobierno a que adopte medidas para garantizar que se respeten los estándares internacionales de derechos humanos para preservar la memoria histórica de la dictadura y la Guerra Civil.

En respuesta, el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres Pérez, ha calificado el informe como "demoledor" y ha sostenido que las leyes vulneran el derecho internacional y los derechos humanos. Mientras que el Partido Popular ha acusado al relator de la ONU de no haber comprendido los textos.

"Lo mejor que puede hacer es leer los textos y segundo no dar por aprobadas leyes que todavía no se han aprobado", ha afirmado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, mientras que Cuca Gamarra, secretaria general de esta formación, ha insinuado que quien emitió el informe "posiblemente desconoce las leyes de concordia y su significado".

Los líderes regionales también han respondido. El presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, ha defendido su compromiso con las exhumaciones de víctimas de la dictadura franquista, recordando que él ha "firmado 42 exhumaciones de derechos contra la dictadura franquista", mientras que el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha pedido más seriedad a Naciones Unidas y les ha acusado de cometer "errores de bulto" en su informe.

Sin embargo, destaca la declaración del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha reconocido abiertamente al franquismo como una dictadura. Preguntado por si condena la dictadura franquista, ha sostenido que ya lo ha hecho, lo ha "condenado públicamente", y se acaba de "votar hace unos días en el Parlamento, en las Cortes de Castilla y León". Aunque ha condenado públicamente el régimen, la ley de concordia de su parlamento no reconoce abiertamente al franquismo como dictadura, algo que plantea interrogantes sobre su verdadera postura.