¿Qué ha sucedido?
Lobato se va en soledad, sin apoyos y con una relación completamente deteriorada con Ferraz
El contexto El secretario general del PSOE en Madrid dimite tras un largo proceso de distanciamiento con la cúpula del partido y conocerse que fue a una notaría para dejar constancia de unos mensajes que recibió de Moncloa con información del novio de Ayuso.
Juan Lobato ha dado un paso atrás. Apenas un día después de afirmar que continuaría al frente del PSOE en Madrid, el líder del partido en la Comunidad de Madrid ha presentado su dimisión por carta, asegurando que lo hace para "poner freno a una situación de enfrentamiento y división grave" que se estaba generando a su alrededor. En la carta, Lobato ha expresado que su estilo político ya no es compatible con el de la mayoría de la dirección actual del partido.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, felicitó a Lobato en noviembre de 2021 tras su elección como secretario general del PSOE en Madrid: "Enhorabuena, Juan, felicitar a quién va a liderar el partido porque así lo ha querido la militancia", dijo en ese momento. A finales de 2022, Sánchez volvió a mostrar su apoyo, asegurando que "todo el PSOE de Madrid estará detrás de ti para hacerte presidente el próximo 28 de mayo". Sin embargo, las relaciones entre Lobato y Ferraz se deterioraron con el paso del tiempo, lo que culminó en su dimisión.
Las discrepancias entre Lobato y la dirección del partido han sido evidentes en los últimos meses. Este miércoles, los ministros socialistas y fuentes de Ferraz se limitaron a declarar que la decisión de Lobato era personal y que la respetaban, sin ofrecer más comentarios. "Respeto a lo que haya hecho el señor Lobato", manifestó la vicepresidenta María Jesús Montero, mientras que el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, insistió en que la dimisión era una "decisión personal".
Sin embargo, la soledad de Lobato dentro de su propio entorno ha sido más que evidente. Algunos de sus antiguos aliados, como la portavoz municipal del PSOE en Madrid, Reyes Maroto, y el delegado del Gobierno, Francisco Martín, han sido especialmente críticos con su decisión. Maroto lamentó la falta de lealtad y Martín pidió "explicaciones más sólidas", ya que las tensiones con Lobato habían sido palpables en los últimos meses.
Francisco Martín fue amigo personal de Lobato, pero las tensiones comenzaron cuando se rumoreó que Martín quería el puesto de Lobato. Además, el delegado de gobierno mostró su desacuerdo con la postura de Lobato sobre la amnistía y la financiación singular de Cataluña.
A pesar de la falta de apoyos dentro del partido, un solo dirigente ha mostrado su respaldo público a Lobato: Luis Tudanca, secretario general del PSOE en Castilla y León. Tudanca, a través de la red social 'X', ha expresado su respeto político y aprecio personal por Lobato, subrayando que ha luchado "muchas veces solo" contra la "derecha más extrema".
Con la dimisión de Lobato, el PSOE de Madrid queda ahora bajo el control de una gestora que se hará cargo del partido en la comunidad.