Según un estudio

Más del 70% de los eurodiputados tienen un trabajo paralelo remunerado, acumulando más de 6 millones de euros extra

Según el código de conducta El Parlamento Europeo prohíbe que los eurodiputados hagan lobby remunerado relacionado con las decisiones de la UE, pero un estudio muestra que muchos trabajan para empresas cuyos intereses pueden influir en políticas clave.

Código de conducta de los parlamentarios

Un estudio de 'Transparency International' ha revelado que el 74% de los eurodiputados tienen trabajos paralelos remunerados, lo que les permite añadir más de 100.000 euros anuales a sus sueldos. Estos ingresos adicionales suman un total de más de seis millones de euros, un fenómeno que, aunque legal, ha generado preocupación en cuanto a posibles conflictos de interés.

El código de conducta del Parlamento Europeo establece que los eurodiputados no pueden participar en actividades de lobby remuneradas directamente vinculadas con el proceso de toma de dediciones de la UE. Sin embargo, los casos documentados por el estudio muestran que muchos parlamentarios están trabajando en paralelo para empresas cuyos intereses pueden influir en las políticas europeas, particularmente en sectores clave como el automóvil, la agricultura y la energía.

Uno de los casos más destacados es el de un eurodiputado checo, quien se presentó a las elecciones para defender los intereses de los conductores frente a las políticas climáticas europeas. Sin embargo, se ha revelado que es consultor para empresas del sector del automóvil, recibiendo más de 120.000 euros anuales por sus servicios. A pesar de formar parte de la comisión de Medio Ambiente y de Industria, sus intereses privados generan dudas sobre su imparcialidad en las decisiones legislativas.

Otro ejemplo es el de una eurodiputada del Partido Popular Europeo, que cobra 75.000 euros anuales por su trabajo con una multinacional que opera en sectores como la agricultura, la construcción y la energía. Además, un eurodiputado alemán, miembro de las comisiones de Medio Ambiente y Agricultura, es presidente de la Asociación de Agricultores de Baviera, con una remuneración anual superior a los 50.000 euros por este cargo.

Por último, un eurodiputado austriaco, miembro de la Comisión de Medio Ambiente, también trabaja como asesor de sostenibilidad para una de las mayores eléctricas de Europa.

'Transparency International' ha pedido que se prohíba de forma contundente a los eurodiputados participar en actividades paralelas, remuneradas o no, con organizaciones que intenten influir en las políticas de la Unión Europea.