En la desesperada búsqueda de seguridad en medio del conflicto en Gaza, muchos palestinos se ven obligados a huir hacia Al Mawasi, una zona delimitada por el ejército israelí como "humanitaria". Sin embargo, tras este término aparentemente benevolente se esconde una realidad desgarradora.

Al Mawasi, con apenas siete kilómetros cuadrados, es una aldea beduina de 14 kilómetros de largo y uno de ancho, donde Israel pretende hacinar a casi dos millones de gazatíes. Esta pequeña jaula no solo carece de los servicios mínimos, sino que también enfrenta la falta crítica de alimentos, agua y medicinas. Es un lugar, según los propios gazatíes, donde les dejan morir en lugar de matarles.

Aunque las bombas no caen directamente sobre Al Mawasi, a escasos cuatro kilómetros, en Jan Yunis, otra ciudad refugio, el caos también está desatado. El hospital clave carece de suministros, mientras las enfermedades y la escasez se apoderan del lugar.

Según la Organización Mundial de la Salud, desplazar a los palestinos a Al Mawasi es poner en mayor riesgo a quienes ya están al borde del abismo, violando el derecho internacional humanitario al forzarles a un destino peor que la guerra.