El motín del Grupo Wagner a Rusia acabó este sábado con muchas dudas y alguna que otra certeza en el ambiente. Concretamente, son seis las pruebas que evidencian uno de los temas pivotales de la guerra en Ucrania: Putin no está tan fuerte como hace mostrar.

La primera razón es que Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, sigue vivo. Putin le ha perdonado, exiliándole a Bielorrusia, y el líder de los mercenarios, que este lunes ha mandado su primer mensaje tras lo ocurrido, se encuentra escondido en un lugar secreto.

Este primer punto va directamente relacionado con el segundo, y es que Vladimir Putin precisó de un mediador para negociar con Prigozhin. La figura entre ambos fue la del presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, que fue quien cerró el acuerdo para que el motín se detuviese.

Pero, ¿alguien sabe dónde está Putin? Esa es su tercera prueba de debilidad, con informaciones que llegaron a decir que salió disparado del Kremlin cuando Wagner se acercaba a Moscú, aunque su portavoz afirmó que Putin sí que estaba allí. Lo único cierto es que, ahora mismo, no hay noticias sobre su paradero.

Su ministro de Defensa, escondido, y Rusia, invadida

Sí que le hemos visto dos veces. En la primera, dijo que Prigozhin le había apuñalado por la espalda y que le castigaría con brutalidad. La segunda se ha dado este mismo lunes en un foro industrial... pero con imágenes grabadas.

La cuarta prueba de la debilidad de Putin es que su ministro de Defensa también está escondido. No se sabía nada de él desde el viernes. Durante la crisis, nada de nada. Este lunes también ha mandado un vídeo... pero también es grabado y puede que de hace días.

La quinta prueba de debilidad (y una de las más graves) es que a Putin le han invadido Rusia. El Grupo Wagner decidió entrar en Rusia y entró en Rusia. Estando en Ucrania, tomaron militarmente una ciudad dentro de territorio ruso, Rostov, en cuestión de horas. Los vecinos les recibieron como héroes y no tuvieron que ganar ni una sola bala.

Por último, cabe recalcar que Prigozhin detuvo sus tropas a las puertas de Moscú, a solo 340 kilómetros de la capital. La amenaza era tan real que hasta se llegaron a cavar zanjas con excavadoras para evitar que tanques de Wagner llegasen a la capital, cortándose carreteras y declarándose la emergencia antiterrorista en Moscú. Las seis señales de debilidad de un Putin que ni está... ¿ni se le espera?