¿Europa se vacía?

La migración en el centro de las elecciones alemanas: la ultraderecha la utiliza como arma política

Desmontando mitos Aunque la ultraderecha asocia erróneamente a los migrantes con más delitos, los datos revelan que la criminalidad es similar entre migrantes y nacionales. El verdadero desafío es la integración y la falta de recursos en recesión.

La migración marca las elecciones alemanas: así lo utiliza la ultraderecha para ganar votos

Europa enfrenta un declive demográfico sin precedentes. Según un informe publicado por 'The Guardian', la población del continente podría reducirse drásticamente si se cierran las fronteras a la migración. Actualmente, la población europea proyectada para 2100 es de 419 millones de habitantes. Sin embargo, con políticas restrictivas, esta cifra caería un tercio, hasta los 295 millones.

El mapa revela un cambio alarmante: muchas zonas que hoy son densamente pobladas, como Italia o Alemania, se tornarían en desiertos demográficos. Italia pasaría de 50 a 28 millones de habitantes, mientras que Alemania caería de 84 a 53 millones. El impacto económico sería devastador, con un crecimiento más lento y una mayor carga fiscal para sostener sistemas de pensiones y sanidad en sociedades cada vez más envejecidas. De hecho, la población mayor de 65 años en Europa aumentaría del 21% al 36%.

Alemania en crisis: la migración, clave en las elecciones

En Alemania, donde un 25% de la población es de origen extranjero y un 15% más tiene doble nacionalidad, la migración domina el debate político. La ultraderecha ha intensificado su discurso tras el último atentado, vinculando la llegada de migrantes con el aumento de la criminalidad, a pesar de estudios que lo desmienten.

El país ha recibido más refugiados que nunca en su historia reciente, con 3 millones en total, muchos provenientes de Ucrania. Sin embargo, la recesión ha complicado su integración. Centros de acogida como el aeropuerto de Tegel, convertido en refugio en 2022, están desbordados. Solo en 2023, 300.000 personas solicitaron asilo en Alemania, la cifra más alta desde 2015. Ante la falta de recursos, el Gobierno de Olaf Scholz ha anunciado que pedirá un crédito para financiar el alojamiento de refugiados en 2025.

Berlín es el reflejo de este fenómeno: un cuarto de sus habitantes son extranjeros. Sin embargo, la ultraderecha insiste en la supuesta relación entre migración y criminalidad, a pesar de que el Instituto de Estudios Económicos de Múnich ha demostrado que "el porcentaje de migrantes que delinquen es similar al porcentaje de alemanes que comenten delitos".

Tras dos derrotas electorales, Scholz ha virado hacia una política más restrictiva, endureciendo las deportaciones de migrantes en situación irregular. La pregunta es si estas medidas serán suficientes para frenar el avance de la ultraderecha en unas elecciones que podrían redefinir el futuro de Alemania y de Europa.