No es el primero
Migrantes a Guantánamo... y a más sitios: los otros cuatro países que ya aplican el terrible modelo migratorio de Trump
No es nuevo... El mundo ha puesto el grito en el cielo al conocer que Donald Trump quiere enviar a 30.000 migrantes -los que él considera "peores"- a Guantánamo. Sin embargo, Australia, Italia, Reino Unido y Grecia ya aplican modelos similares.
El nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quiere enviar a los "peores" migrantes a Guantánamo, en la isla de Cuba. Así lo manifestó tras firmar la orden por la que se deportarán hasta 30.000 personas al centro de detención instalado en la base militar estadounidense. Un modelo terrible, ya que estos lugares son similares a cárceles con condiciones que se alejan de lo digno, que ya se aplica en otros países.
En el mundo, actualmente, hay cuatro ejemplos que demuestran que el modelo de Trump ya se está usando. En primer lugar nos encontramos con el centro de Procesamiento de Naurú, en la Micronesia. Australia envía allí a todas aquellas personas que intentan llegar de forma ilegal al país y lo hace con el objetivo de que no pisen suelo australiano. Las condiciones del centro de retención son muy precarias: Hay escasez de agua y sobrepoblación.
Amnistía internacional asegura que el gobierno australiano tiene montada allí una cárcel al aire libre y que tener a miles de personas refugiadas allí constituye tortura.
Por otro lado, el Gobierno de Meloni ha llegado a un acuerdo con Albania para enviar a los migrantes que recoja en el Mediterráneo. Los que lo han visitado lo califican de prisión: no se puede salir de allí; y nadie del exterior puede ver lo que ocurre adentro.
Esta misma semana, Italia ha enviado a bordo de una nave militar a 49 migrantes de Egipto, Bangladés, Gambia y Costa de Marfil. Se trata del tercer intento del gobierno Meloni de mandar migrantes a Albania. Los dos anteriores fueron paralizados por los tribunales.
Reino Unido intentó expulsar a sus migrantes irregulares a Ruanda, una medida que el parlamento autorizó. El plan consistía en subirlos a un avión y enviarlos al país africano para su procesamiento, asilo y repatriación.
Sin embargo, los tribunales británicos pararon estas deportaciones y Rishi Sunak, el primer ministro conservador que lideraba el proyecto, dimitió. Con la llegada del nuevo gobierno del laborista Keir Starmer se puso punto y final al plan Ruanda antes de que se llevarse a cabo.
Asimismo, en la propia Unión Europea hay otro ejemplo: el campo de Samos, en Grecia. Se trata del primer centro cerrado de acceso controlado para la acogida de personas refugiadas. Samos, lejos de parecer un espacio de acogida, son unas instalaciones carcelarias que la organización I Have Rights califica de "lugar de detención de facto".