La excusa del Partido Popular esta vez para romper el acuerdo para la negociación del Poder Judicial ha sido que el Gobierno quería rebajar las penas del delito de sedición. El problema es quees la enésima excusa diferente que ponen los populares desde los tiempos de Pablo Casado: que si iba a haber elecciones en Cataluña, luego en Madrid y luego en Andalucía; que si Bildu, que si el sistema de elección de los jueces... Como se ve, no han sido pocos los argumentos.

Pero quedémonos con la sedición de ahora Feijóo. En este punto, cabe recordar las palabras de la portavoz parlamentaria y secretaria general del partido hace solo 72 horas. Cuca Gamarra decía, en una entrevista concedida a Susana Griso en el programa 'Espejo Público', que la sedición y la renovación de la justicia eran cosas diferentes: "Son dos cuestiones distintas donde el Partido Popular tiene un papel diferente".

Pero vamos aún más lejos, porque las palabras de los líderes del PP suenan a que han conocido repentinamente la intención del Gobierno de coalición de rebajar las penas por el delito de sedición. Reaccionan como si esta noticia fuera nueva, pero lo cierto es que Sánchez lleva anunciándolo desde 2018: "Nosotros estamostrabajando en una modificación del Código Penaly la presentaremos en el Congreso de los Diputados".

No fue aquella la única ocasión en la que Sánchez hizo referencia a este asunto. "El objetivo del Gobierno de España es presentar y aprobar el anteproyecto de ley el próximo año", dijo el líder del Ejecutivo en 2020. Y en junio de 2021 volvió a mencionar la cuestión al asegurar, esta vez en el Congreso, que su compromiso y su voluntad política es "aprender de lo que sucedió en 2017 (en alusión a la cuestión independentista en Cataluña) y ver si se puede reformar este delito".

Pero vamos más lejos aún. O más cerca: al verano de este mismo año. Sí, en agosto de 2022 Sánchez recuperó nuevamente este tema durante una intervención de carácter europeo. Y fue tan claro como tajante: "Yo soy favorable a reformar el Código Penal en esos delitos". Lo cierto es que la presión sobre Feijóo y las excusas del partido han marcado la última polémica del PP, con consecuencias de lo más directas y duras que ya están sufriendo instituciones y personas de todo el país.