El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha pedido este lunes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que redacte su "definitiva carta" de dimisión y siga así los consejos que él mismo daba al expresidente Mariano Rajoy en 2017, cuando fue llamado como testigo en el juicio de la trama Gürtel.

¿Es la misma situación? No. Para empezar, Sánchez tendrá que declarar en un proceso que todavía está en instrucción, mientras que Rajoy lo hizo en un juicio contra su partido. Por otro lado, está el origen. La trama Gürtel es uno de los mayores casos de corrupción de la historia de España, una trama a nivel nacional con piezas distintas y ramificaciones en varias comunidades autónomas; nada que ver con el caso de Begoña Gómez, ya que es una denuncia contra la mujer del presidente que parte del pseudosindicato 'Manos Limpias', con ocho recortes de prensa y un bulo como base.

Otra diferencia son los delitos. A Begoña Gómez se le investiga por tráfico de influencias y corrupción privada, mientras que los delitos que el juez consideró probados en la trama Gürtel son el de prevaricación, cohecho, blanqueo de capitales, malversación, tráfico de influencias, delitos contra Hacienda, etc.

¿Y los imputados condenados? Nada tiene que ver un caso con el otro. Son hasta tres los citados a declarar como investigados en el caso de Begoña Gómez: ella, el rector de la Complutense y el empresario Juan Carlos Barrabés. En la trama Gürtel, solo ocho de los 37 acusados no acabaron condenados, entre todos a más de 350 años de cárcel.

El caso Gürtel involucró una trama de corrupción a gran escala, con múltiples condenas y una sentencia que reveló un sistema organizado de corrupción dentro del PP. En contraste, la denuncia contra Begoña Gómez se basa en una serie de alegaciones aún no corroboradas por un tribunal, con la UCO y la Fiscalía recomendando el archivo del caso debido a la falta de pruebas sustanciales.

Sánchez responderá sobre la actividad personal y privada de su esposa, mientras que Rajoy tuvo que hacerlo -entre más de 300 testigos- por una contabilidad paralela en su partido. A pesar de negarla en el juicio, la justicia la confirmó y el PP fue condenado como partícipe a título lucrativo. La declaración del expresidente del gobierno no fue verosímil para el tribunal.

La magnitud de la trama Gürtel fue tal que desembocó en el único presidente desbancado por una moción de censura en nuestra democracia.