"El consumo excesivo de carne perjudica nuestra salud, y también la del planeta. En efecto, las flatulencias de las vacas, las heces de los cerdos y sus piensos generan ya más contaminación que los coches. La ganadería representa ya el 14,5% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera". Son las palabras que pronunció el ministro de Consumo, Alberto Garzón, a través de Twitter en julio de 2021.
Porque sí, hace poco más de un año, el alto consumo de carne y sus consecuencias contaminantes centraron el debate político y público en España, pero la realidad es que se trata de un problema de carácter mundial, y en Nueva Zelanda han dado del primer paso para "ponerle límites". Hablamos de un país donde hay el doble de vacas (diez millones) que de personas (cinco millones). Por eso, el gobierno neozelandés ha planteado crear "un impuesto a las flatulencias de vacas y ovejas".
De concretarse, Nueva Zelanda sería el primer país donde se gravarían los gases de su ganado. Pero vayamos por partes. Lo primero para analizar esta cuestión: ¿cuánto contamina una vaca? Expulsa 200 gramos de metano cada día. En el mundo se estima que hay unos 1.500 millones de vacas. Esto supondría 1000 millones de toneladas de metano al año, así que el estómago de las vacas sería el responsable del 5% del metano emitido a la atmósfera. Esa es la contaminación directa.
Si a eso le sumamos cuánto contaminan los fertilizantes que se usan para su alimentación, el transportes y el resto de aspectos en los que están relacionados, llegamos al 14,5% del que hablaba, en su momento, el ministro de Consumo Garzón. Estos son estimaciones realizadas por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Los ganaderos, sin embargo, aseguran que la contaminación es mucho menor. De este punto nace otra pregunta: ¿son las vacas los animales que más gases emiten a la atmósfera?
Lo cierto es que, globalmente, es el grupo de animales que más metano expulsa. Como se ha dicho ya, hay muchas vacas y contaminan mucho. Del total de gases de efecto invernadero que emiten los animales del planeta, el 62% es responsabilidad del sector vacuno. Muy por debajo encontramos al resto de sectores: en el 10% se mueve el sector porcino (los cerdos) el sector avícola (los pollos) y los búfalos. Quinta posición para los pequeños rumiantes (ovejas, cabras, ciervos...), que emiten un 7% de los gases totales de efecto invernadero lanzados a la atmósfera por los animales. El resto de aves serían responsables del 1% restante.
Cabe destacar, sin embargo, que en esta clasificación no se tiene en cuenta cuántos ejemplares hay de cada especie, ni el tamaño de los animales, ni su peso. ¿Podemos saber cuánto contamina cada animal por kilo de proteína? La realidad es que sí, y con esta medición los resultados varían bastante. La carne de búfalo es el producto que más contamina: 404 kilogramos de CO2 por cada kilo de proteína. Segundo puesto para la carne de vacuno: 295 kg (es un 25% menos).
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La carne de los pequeños rumiantes (ovejas, cabras, ciervos...) se sitúa en 201 kilos de CO2 por cada kilo de proteína. Luego, con unos índices mucho más bajos, encontramos la carne de cerdo. Y la menos contaminante, la de Pollo, con 35 kg de CO2 por cada kilo. La diferencia de estas últimas con la carne de búfalo es abismal: 404 frente a 35. Pero hay mas vacuno que búfalos, y por eso las medidas se centran en este sector.
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