La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Comunidad Valenciana, Nuria Montes, el pasado marzo, declaró que el cambio climático podría traer beneficios al sector turístico de la región. Según Montes, el calentamiento global está generando un "buen clima" que reduce los meses de frío y permite una mayor afluencia de visitantes en temporadas que antes eran consideradas bajas. "Si algo bueno trae el cambio climático, es precisamente la extensión de la temporada turística. El buen tiempo prácticamente domina, y los meses de frío se están reduciendo muchísimo, lo que amplía las temporadas turísticas en ambos extremos", afirmó Montes.

Para la consellera, este fenómeno supone "indudablemente una oportunidad" para desestacionalizar el turismo en Valencia, permitiendo, en su opinión, que la región pueda aspirar a ser "la Florida de Europa o la Canarias del continente". Actualmente, con temperaturas que superan las normales en nueve de los doce meses del año y aguas que alcanzan los 29 grados, la costa valenciana podría ofrecer un clima de playa casi todo el año.

No obstante, los datos reflejan una realidad menos idílica y más preocupante. En lugar de un clima constante y templado, la Comunitat Valenciana enfrenta fenómenos meteorológicos cada vez más extremos. Vientos fuertes, lluvias torrenciales, pérdida de arena en las playas y daños en infraestructuras son solo algunos de los desafíos que trae consigo el cambio climático. Estas condiciones impactan negativamente en la experiencia de los visitantes y afectan directamente al sector turístico, que representa cerca del 16% del PIB de la Comunidad.

Además, las consecuencias económicas de estos desastres son devastadoras. En Valencia capital, la facturación del sector turístico ha caído un 70% en 2024, y los municipios más afectados por las lluvias torrenciales y las DANAs todavía se encuentran en proceso de recuperación. Las autoridades estiman que los costos de reconstrucción ascienden a más de 31.000 millones de euros, monto que la Generalitat ha solicitado al Gobierno central para hacer frente a los daños.

Entonces, la pregunta que muchos se hacen es: ¿realmente compensa este "lado positivo" del cambio climático? Porque, al analizar los daños y pérdidas, el saldo parece negativo.