Este otoño promete ser un período de intensa actividad política en España, marcado por una serie de congresos y renovaciones internas en los principales partidos. En Cataluña, la CUP iniciará su refundación este mes de septiembre, un proceso clave para el futuro del partido. Octubre estará protagonizado por el congreso del partido de Carles Puigdemont, que buscará consolidar su liderazgo en un contexto político incierto. Noviembre será el turno de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que también se prepara para renovar su dirección en un momento crucial para la política catalana.

A estos movimientos se suma el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que este mes comenzará un proceso de renovación orgánica, en un intento por adaptarse a los nuevos desafíos políticos y mantener su relevancia en el panorama vasco y nacional.

En el ámbito nacional, Pedro Sánchez ha decidido adelantarse a las críticas internas en el PSOE convocando un congreso extraordinario los días 15, 16 y 17 de noviembre en Sevilla. El objetivo del presidente del Gobierno es claro: renovar su liderazgo y salir del congreso con un apoyo y legitimidad fortalecidos. Sánchez pretende evitar cualquier margen para la oposición interna, presentándose como el líder indiscutible de un partido que, aunque más unido que en otros momentos, sigue enfrentando voces críticas.

¿Para qué sirven los congresos políticos?

Un congreso es siempre un momento decisivo para un partido político. Es la oportunidad para definir su identidad, trazar su rumbo futuro y, lo más importante, decidir quién los guiará en ese camino. Los congresos recientes, como el de los demócratas en Estados Unidos, que eligió a Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia, han demostrado que estos eventos pueden revitalizar el ánimo de un partido en solo unos días. La unidad, la regeneración y el respaldo al liderazgo son las claves para el éxito de estos encuentros.

Históricamente, la regeneración interna ha sido una de las claves de los congresos. Aunque en ocasiones las elecciones internas se han percibido como dirigidas, es fundamental destacar la independencia y fortaleza del nuevo líder. Ejemplos como el de Manuel Fraga en el Partido Popular, con su icónica frase "Ni tutelas, ni tutías" al consolidar la autoridad de José María Aznar, resuenan aún en la memoria política española.

Los procesos de renovación en el PP, desde Aznar a Mariano Rajoy sin sobresaltos, hasta las primarias de 2018 que enfrentaron a Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, muestran cómo estos congresos son momentos para proyectar unidad, aunque la realidad interna pueda ser más compleja. La unidad, sin embargo, es siempre el mensaje que se pretende transmitir al finalizar estos encuentros.

Para Pedro Sánchez, este será su cuarto congreso como líder del PSOE, enfrentando un partido mucho más cohesionado que en tiempos pasados, pero aun con desafíos por delante. Las lecciones del pasado sugieren que este congreso será crucial para consolidar su liderazgo y fortalecer la unidad interna, preparándose para los retos que se avecinan en el panorama político español.