Este lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lanzado un llamado a las comunidades autónomas para que colaboren en la implementación efectiva de la ley de vivienda, a pesar de la ausencia de nuevos presupuestos. En una declaración en la que subrayó su intención de cumplir el mandato legislativo hasta el final de su mandato, Sánchez expresó su principal preocupación por la accesibilidad de la vivienda y acusó a las regiones de boicotear la ley.

Según el Gobierno, la ley tiene como objetivo principal controlar los precios de los alquileres y asegurar que las viviendas sean más accesibles. Sin embargo, datos recientes de Idealista revelan que, en los 15 meses desde la entrada en vigor de la ley, el precio medio por metro cuadrado ha aumentado un 12,93% en toda España.

Para abordar este problema, la ley propone tres mecanismos clave. Primero, incentiva la construcción de viviendas de alquiler asequible y ya se han firmado acuerdos para la construcción de más de 80,000 unidades. Segundo, establece un aumento del IBI del 150% para viviendas deshabitadas con el fin de fomentar su alquiler, aunque esta medida solo afecta a propietarios de más de cuatro inmuebles y a viviendas que llevan al menos dos años vacías. Tercero, limita el incremento de los alquileres a un 2% en 2023 y un 3% en 2024, ajustado a un futuro índice de referencia.

Sin embargo, el control de los alquileres en zonas tensionadas, donde los precios superan el 30% del salario o han aumentado significativamente por encima de la inflación, solo se ha aplicado en Cataluña. A pesar de seis meses de implementación, los alquileres en esta región han subido un 3,65%, una cifra considerablemente menor que en Madrid y el País Vasco.

Además, la ley no aborda el problema del alquiler turístico, lo que ha llevado a una reducción en la oferta de viviendas para alquiler a largo plazo. Los datos muestran un aumento del 48% en los pisos destinados a alquiler temporal en Cataluña, y un descenso del 45% en el alquiler permanente. Esta tendencia ha generado una mayor demanda y ha contribuido al aumento de precios en el mercado de vivienda.