El papa Francisco ha vuelto a estar en el centro de la controversia esta semana debido a comentarios desafortunados realizados en reuniones privadas con líderes religiosos. En una de estas reuniones, el pontífice fue captado expresando un comentario despectivo sobre las mujeres, al afirmar que "el cotilleo es cosa de mujeres". Este comentario ha generado indignación y críticas tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica, siendo catalogado como un cliché sexista y desacertado.

Esta no es la única declaración polémica que ha surgido recientemente. Hace unos días, se filtró otra declaración del papa Francisco en la que afirmaba que "en los seminarios hay mucha mariconería". Ambas declaraciones, aunque realizadas en contextos privados, han sido objeto de debate y crítica, cuestionando el liderazgo y la sensibilidad del papa Francisco hacia ciertos grupos.

Dentro de la Iglesia, estas declaraciones han avivado el debate sobre la posición del papa Francisco y su relación con ciertos sectores conservadores que se oponen a sus ideas y cambios dentro de la institución. Si bien no se sabe con certeza quiénes son los responsables de filtrar estas declaraciones, se especula que provienen de personas dentro de la Iglesia que no están de acuerdo con el enfoque más inclusivo y progresista del papa, entre los que está el cardenal Rouco Varela.

Fuera de la Iglesia, partidos políticos como Vox han intentado apropiarse de la figura del papa Francisco, presentándose como defensores de la fe católica, aunque sus ideales choquen con los principios promovidos por el pontífice.

En el caso de las filtraciones de esta semana, el topo, el que lo cuenta todo, no parece que sea de un partido político, porque las reuniones eran con religiosos. Eso significa que es un religioso al que no le gustas Francisco y quiere fastidiarlo, bien porque crea que es traidor a la doctrina o bien porque esté molesto con los cambios del pontífice en Italia.