Este lunes hemos visto por primera vez a Kamala Harris desde la renuncia de Joe Biden a la carrera presidencial de Estados Unidos. Aunque iban de la mano en la carrera a la Casa Blanca, no pensaban igual.

Kamala Harris es una mujer que ha roto muchas barreras. Ha sido la primera mujer y primera afroamericana en ser vicepresidenta, además de ser la primera mujer en ser fiscal de San Francisco y la primera fiscal general de California. Su carrera política ha estado centrada en la lucha contra la discriminación.

En los últimos años, ha sido un rostro en la protección del derecho al aborto. Harris fue la primera vicepresidenta de la historia que visitó oficialmente una clínica abortiva. Este es un tema decisivo para el 32% de los votantes, que podrían elegir a un candidato solo por su postura con el aborto, según las encuestas.

Además, uno de sus temas clave como vicepresidenta ha sido la política migratoria, aunque sin muchos resultado y con muchas críticas. Siempre se ha opuesto a la separación de familias, ha defendido reforzar la seguridad y los agentes en la frontera o invertir al otro lado, como lo ha hecho, destinando casi 1.000 millones de dólares a empresas que ayudan a las comunidades en los países de origen.

Ella misma se define como feminista y desde fuera la describen como progresista y moderada, ya que siempre ha luchado por la igualdad. Cuenta con una ambición: conseguir una justicia racial, sin distinciones, queriendo eliminar las fianzas en efectivo o la pena de muerte, que considera afectan, sobre todo, a las personas de color.

Tras el asesinato de George Floyd, presentó una ley para formar a los policías sobre discriminación de raza o para crear un registro nacional de policías con mala conducta.

En la defensa de los derechos LGTBIQ+, también ha sido la primera vicepresidenta en asistir a una marcha del Orgullo, con una camiseta con el eslogan 'Love is love'. Luchó por el matrimonio igualitario y defendió en el Senado la Ley de Igualdad, que prohíbe la discriminación por motivos de sexo y orientación sexual, una ley que con la que no contaban algunos estados hasta el año pasado.

Asimismo, Kamala es una firme defendedora de ayudas públicas a familias con bajos ingresos, de limitar el coste de productos como la insulina o de financiar a los estudiantes con familias de rentas bajas. También ha sido estos años impulsora de políticas contra el cambio climático, sobre todo en energías renovables y vehículos eléctricos.

En el contexto internacional, siempre ha apoyado a Biden sobre Israel y Gaza, pero sí ha dicho varias veces que la solución para ella pasa por dos Estados y defender los derechos palestinos.