El candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, ha llegado al Congreso de los Diputados arropado por todos los diputados del PP. Pero dentro del Congreso, para que que se notara que su partido le apoya y que no hubiera ningún tipo de dudas de que su liderazgo al frente del partido es incuestionable, se encontraban nueve de sus once presidentes autonómicos. Una muestra de poder, pero también de debilidad porque demuestra que no tiene otro socio factible, además de Vox.

De esos nueve, siete han llegado al cargo gracias al apoyo de la ultraderecha. Juanma Moreno Bonilla fue el primero. En 2019, consiguió el primer gobierno popular en Andalucía, gracias a los votos de Vox. Unos meses después, Fernando López Miras se convirtió en presidente de la Región de Murcia tras alcanzar un acuerdo con la ultraderecha. Isabel Díaz Ayuso logró convertirse en presidenta de la Comunidad de Madrid en 2021 (con la extrema derecha). Y los populares, con Alfonso Fernández Mañueco como presidente, mantienen al frente de Castilla y León, por Vox, desde 2022.

Y en las últimas elecciones autonómicas, las del 28M, el Partido Popular desbancó del poder autonómico al PSOE en varias comunidades autónomas. En tres de ellas: Extremadura con María Guardiola, Aragón con Jorge Azcón y en la Comunidad Valenciana con Carlos Mazón, el PP gobierna gracias a su socio de la ultraderecha. Todos van de la mano con Vox. Lo que significa que cada uno elige los socios que quiere...o puede.