En las primeras horas de la nueva DANA, que afecta principalmente el sureste de España, se han visto nuevamente actitudes temerarias. Un ejemplo fue el de un coche que, a pesar de que el nivel de agua cubría su parte delantera, intentó cruzar una vía inundada, desconociendo los peligros potenciales en el trayecto. Aún más peligrosa fue la decisión de un autobús de seguir su ruta a través de la Avenida de Andalucía en Málaga, completamente anegada, arriesgándose a quedar atrapado. Además, las condiciones meteorológicas hacen peligrosa la conducción debido a objetos que se desplazan sin control, como contenedores de basura.

Aunque se han visto imprudencias, las administraciones han mejorado sus respuestas a este tipo de fenómenos. En esta ocasión, las alertas se han activado a tiempo, y las autoridades han realizado desalojos preventivos. Comparando las imágenes de este miércoles en Málaga con las de hace dos semanas en Valencia, la diferencia es evidente: en Málaga, los vecinos de zonas cercanas al río Campanillas fueron advertidos temprano, mientras que en Valencia, en el episodio anterior, las alertas llegaron cuando el agua ya había provocado inundaciones.

La planificación y la rapidez de actuación han sido cruciales para minimizar riesgos en esta ocasión. En Málaga, Protección Civil envió mensajes de alerta por primera vez a las 10:30 p.m. del día anterior. Además, ya se habían suspendido clases y desalojado preventivamente a unas 3.000 personas en áreas cercanas al río Guadalhorce antes de que la situación empeorara.

La respuesta de Tarragona

En Tarragona, la reacción de las autoridades fue igualmente rápida y efectiva. El martes, en cuanto la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió el aviso rojo por la llegada de la DANA, la Generalitat de Cataluña activó medidas preventivas. Se suspendieron las clases y se limitó la movilidad en cinco comarcas para minimizar riesgos.

La alerta llegó a los móviles de los ciudadanos a las 7:00 p.m. de ese mismo día, y este miércoles, en una muestra de precaución, la mayoría de los comercios han permanecido cerrados, protegiendo a los empleados y clientes de posibles accidentes.

Lecciones aprendidas en Valencia

La rápida respuesta observada en Málaga y Tarragona contrasta con la situación de hace dos semanas en Valencia, cuando las medidas preventivas y las alertas se activaron más tarde, después de que la DANA había comenzado a causar estragos en algunas zonas. Sin embargo, las autoridades de la Comunidad Valenciana han aprendido de esa experiencia.

Esta vez, la Generalitat Valenciana ha restringido la movilidad en 20 municipios y suspendido las clases para dos días. En Chiva, el sistema de alerta llegó temprano en la tarde, permitiendo que los residentes tomaran precauciones. La alcaldesa de Valencia ha instado a los ciudadanos a permanecer en sus hogares hasta que pase el riesgo.

Los alcaldes y alcaldesas valencianos han resaltado que la Generalitat está coordinando esfuerzos para que cada municipio implemente medidas preventivas con el fin de minimizar los daños.

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