Promesas incumplidas

El PSOE, víctima de sus compromisos con independentistas: amnistía, catalán y control de fronteras, en punto muerto

¿Culpa del Gobierno? La falta de avances en compromisos clave, como la Ley de Amnistía, que depende de la Justicia, y el traspaso de competencias, que corresponde al Estado, está alimentando la presión de Junts.

El PSOE, acorralado por sus promesas incumplidas con los independentistas

El PSOE se enfrenta a una creciente presión por parte de sus socios independentistas, a los que asegura haber cumplido todos los compromisos "que están en su mano", aunque admite que algunos siguen encallados debido a factores externos, como la justicia y las instituciones europeas.

En el centro de estas tensiones se encuentra la Ley de Amnistía, un acuerdo clave firmado en Bruselas hace más de un año por Carles Puigdemont y Santos Cerdán. A pesar de que la ley fue aprobada en mayo, su implementación depende de la decisión del Tribunal Constitucional, que podría pronunciarse sobre el caso de Puigdemont antes del verano, lo que ha desatado las críticas de Junts, que acusa al Gobierno de no cumplir su parte.

Además, Junts sigue presionando al Ejecutivo para que se acelere la creación de una "amnistía política", buscando una imagen de consenso con Sánchez e Illa en Bruselas.

Por otro lado, algunos de los compromisos pendientes tienen que ver con las relaciones exteriores, como la solicitud de que el catalán sea reconocido como lengua oficial en las instituciones europeas, para lo cual España necesita la aprobación de los Estados miembros. La reticencia de algunos países ha ralentizado este proceso, especialmente por la falta de informes sobre el impacto económico que se requieren a España.

Otro de los puntos delicados es el traspaso de competencias en materia de inmigración a la Generalitat, un compromiso adquirido por el Gobierno de Sánchez. Junts insiste en que esta cesión incluye temas clave como las políticas de regularización y el control de fronteras, que tradicionalmente están en manos del Estado, y por ende de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

La presencia de los Mossos en puertos, aeropuertos y fronteras terrestres está generando dificultades en este aspecto, lo que complica aún más el consenso con los independentistas.