Desde su última aparición pública, Donald Trump se ha refugiado en su mansión de Mar-a-Lago, Florida, trabajando en la planificación de un posible nuevo equipo de gobierno. Sin embargo, su situación legal se complica: Trump fue declarado culpable en el caso Stormy Daniels y enfrentará sentencia el próximo 26 de noviembre. Además, tiene otras dos causas pendientes que podrían llevarlo a prisión antes de que tome posesión del cargo.

Esta posibilidad plantea una incógnita sin precedentes, y Emilio Doménech, conocido como 'Nanísimo', explica las implicaciones en un contexto inexplorado. "No existe ningún precedente histórico en el que un presidente electo haya sido condenado a ir a prisión, por lo que los analistas no saben muy bien qué podría ocurrir en los próximos meses. La Constitución de EEUU no especifica en ningún momento que, por el hecho de ir a prisión, no puedas ser presidente. Así que, en teoría, Donald Trump podría gobernar desde la cárcel si finalmente es condenado", comenta.

Este contexto ha traído también a debate la posibilidad de que Trump pueda postularse nuevamente, dado que su primera presidencia no fue consecutiva. La Constitución, sin embargo, pone límites claros. Según Doménech, "la Vigésima Segunda Enmienda impide que un presidente se postule en más de dos ocasiones, incluso si no son consecutivas. Además, la Duodécima Enmienda prohíbe que alguien que ya ha sido presidente dos veces pueda desempeñarse como vicepresidente en el futuro".