No fue fácil
Putin sueña con el regreso a la OTAN de 1997: ¿cuál es su objetivo y por qué no es posible?
Un sueño inalcanzable Rusia podría pedir la exclusión de ciertos países de la OTAN, pero su visión se enfrenta a un obstáculo: los 16 países ahora son miembros tanto de la Alianza Atlántica como de la UE.
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"Si Estados Unidos ha sobrevivido a diez años de Greta Thunberg, vosotros podéis hacerlo con cinco de Elon Musk". Esto lo ha dicho el vicepresidente de Estados Unidos en la Conferencia de Seguridad de Múnich, comparando a la activista ambiental con el empresario.
Este discurso se produce en el contexto de un posible acuerdo entre Donald Trump y Vladímir Putin, aunque los detalles sobre el pacto aún son inciertos. Sin embargo, hay una pista clara sobre lo que Rusia podría pedir: la exclusión de ciertos países de la OTAN.
Putin ha dejado claro que no quiere ver a algunos países en la Alianza Atlántica. Estos son los 16 países de la órbita soviética que, en 1997, no formaban parte de la OTAN y que ahora figuran en la lista de Putin: Hungría, Polonia, República Checa, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Croacia, Albania, Montenegro, Macedonia del Norte, Finlandia y Suecia. En total, 16 países que representan una expansión de la OTAN hacia el este, una decisión que aún resuena en las tensiones geopolíticas actuales.
La expansión comenzó en la cumbre de Madrid de 1997, donde la OTAN aceptó a tres países de la antigua esfera soviética: Polonia, República Checa y Hungría. Fue un momento decisivo en la historia de la Alianza, pero también una gran confrontación con Rusia. En aquella cumbre, liderada por Bill Clinton y Javier Solana, Clinton defendió la ampliación de la OTAN como un paso hacia una mayor seguridad en Europa, aunque Francia se mostró reticente.
El presidente ruso de la época, Borís Yeltsinsin, calificó la ampliación de la OTAN como "el mayor error de Occidente desde la Segunda Guerra Mundial" y se negó a asistir a la cumbre. A pesar de la postura negativa de Rusia, la Alianza siguió ampliándose, integrando casi todos los países cercanos a Rusia, con excepción de Bielorrusia y Ucrania.
Hoy, el sueño de Putin de revertir esa expansión parece inalcanzable. Estos países que tanto le desagradan no solo forman parte de la OTAN, sino también de la Unión Europea, lo que garantiza que su salida de la Alianza es prácticamente imposible.