El primer encuentro entre presidentes de España y EEUU se produjo en 1977. Fue entre Adolfo Suárez y Jimmy Carter. Por aquel entonces hablaron de defensa, de las centrales nucleares españolas, que usaban tecnología estadounidense, y del dinero que le debíamos a los americanos: 1.600 millones de dólares de los años 70.
Hubo un segundo encuentro, tres años después, y ahí hablaron de una invasión rusa, la de Afganistán. Después llegó Felipe González y en su primera visita a la Casa Blanca, tres años después, su anfitrión fue Ronald Reagan. Esa reunión fue histórica para España porque aquel día la postura del gobierno socialista sobre la OTAN dio un giro radical. Del no a pedir el sí en el referéndum del 86.
Felipe González fue el que coincidió con más presidentes estadounidenses. Lo hizo con tres. Con Reagan, con Bush padre, con quien en sus dos visitas habló sobre Centroamérica y sobre el ingreso de España en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro no permanente. Y, por último con Bill Clinton. La reunión parece que fue bastante bien, aunque hubo una cuestión en lo que chocaron bastante: Cuba. La isla vivía bajo el embargo estadounidense, algo a lo que se oponía el gobierno socialista. Pero Clinton, lo dejó muy claro. No tenía ninguna intención de cambiar su postura sobre Cuba.
Clinton también recibió en 1997 a José María Aznar. El presidente español justo les prometió lo que querían, nada de apoyo a la Cuba de Fidel Castro. Pero la relación más estrecha que hemos visto entre un presidente español y uno estadounidense fue la de Aznar y George W. Bush. La primera visita de Aznar a la Casa Blanca fue justo dos meses después de los atentados del 11S. Allí el presidente español le dijo textualmente que le apoyaría "hasta el final" en su lucha contra el terrorismo.
Ese "hasta el final" incluyó el apoyo a la invasión de Irak. De eso trató su segunda visita a la Casa Blanca. La tercera ya fue para celebrar que Estados Unidos y sus aliados habían "finalizado sus operaciones militares" en Irak en 2003. La cuarta visita sería la última. Fue el que más visitas realizó.
Hasta que un presidente español volvió a la Casa Blanca pasaron cinco años. Tras la guerra de Irak y la retirada de tropas españolas, tuvo que cambiar el presidente de Estados Unidos, para que Obama recibiera a Zapatero. Allí Zapatero ofreció más ayuda en el avispero de Afganistán. Ofreció enviar más guardias civiles y acoger a presos de Guantánamo. Obama entonces elogió nuestras renovables y nuestro papel en Oriente Medio.
Esa fue la única visita de Zapatero a la Casa Blanca. Ya en 2014 Obama recibió a Mariano Rajoy. En aquel momento el tema que lo ocupaba todo era la crisis económica. Obama felicitó a Rajoy por haber estabilizado la economía española, pero también le dio un tirón de orejas por el elevadísimo paro, casi un 25%. Rajoy volvió en 2017, pero ya con Donald Trump de presidente. Fue cinco días antes del referéndum en Cataluña. Trump apoyó la unidad de España y le pidió a Rajoy que le echara un cable para imponer sanciones a Corea del Norte y Venezuela.
Contradicción y la falta de pruebas
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