El partido-milicia chií libanés Hizbulá ('Partido de Dios' en árabe) es una de las grandes preocupaciones del Gobierno de Benjamín Netanyahu. Desde su origen en 1982 ha estado patrocinada por Irán y ha estado enfrentada con Israel. Es una organización que apoya a Hamás en su oposición al gobierno de Israel.
Hizbulá es un partido político, tiene escaños en el parlamento libanés. Pero es también una organización civil y sobre todo es una milicia. Es más grande y está mejor financiada y mejor armada que el ejército libanés. Su brazo armado es un grupo terrorista que tiene como objetivo acabar con Israel.
Ha demostrado ser su peor enemigo desde que Hizbulá naciera a principios de los años 80. En 2006 evidenció sus avances militares durante una guerra de cinco semanas con Israel, en la que perdieron la vida 150 soldados israelíes durante el lanzamiento de misiles sobre este país.
Poder militar de Hizbulá
Desde entonces, el poder militar de Hizbulá no ha parado de crecer. Según su líder, el grupo terrorista cuenta con más de 100.000 combatientes. Y en cuanto a su armamento, según los expertos, tienen 150.000 misiles de precisión.
¿Cómo lo ha conseguido? En gran parte, gracias a Irán. Hasta tal punto que lo califican de ser una extensión orgánica de este país. El país entrena a sus combatientes y les proporciona cientos de millones de dólares cada año. Les ha ayudado incluso a desarrollar sus capacidades para realizar ataques cibernéticos.
Mucho más poderoso y peligroso que Hamás, tanto por su armamento como por su entrenamiento, no solo han participado en guerras fuera del Líbano, como en Siria, sino que también están detrás de ataques terroristas en todo el mundo. La gran mayoría contra objetivos israelíes.
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