Una guerra global

¿Por qué una invasión china de Taiwán podría arrastrar a EEUU y Japón a la guerra?

Las consecuencias Un conflicto por Taiwán desencadenaría una guerra global que impactaría desde el comercio hasta la tecnología, afectando a cada persona con un móvil debido a la crisis de semiconductores.

¿Por qué una invasión china de Taiwán podría arrastrar a EEUU y Japón a la guerra?

Taiwán ha señalado 2027 como el año en el que China podría intentar invadir la isla, según un documento oficial del Ministerio de Defensa taiwanés. Esta fecha, citada en un informe de funcionarios estadounidenses, ha impulsado a Taiwán a programar una serie de ejercicios militares con fuego real, los cuales no se realizaban con tal magnitud desde hace una década.

Una invasión de Taiwán por parte de China no solo desestabilizaría la región, sino que obligaría a Estados Unidos, y posiblemente a Japón, a intervenir, desencadenando una guerra global que afectaría a cada ciudadano del planeta. La crisis podría repercutir en todos los ámbitos de la vida diaria, afectando desde el comercio hasta la tecnología que utilizamos a diario.

Henry Kissinger, exsecretario de Estado de EEUU, advierte que el impacto de una guerra por Taiwán sería devastador para la isla y para la economía mundial, especialmente en lo que respecta a los semiconductores. Taiwán es responsable del 65% de los chips fabricados en el mundo, los cuales son esenciales para dispositivos móviles, maquinaria industrial y prácticamente todos los sectores tecnológicos.

La pérdida de producción en Taiwán provocaría una escasez global de semiconductores, elevando los precios a niveles nunca antes vistos y afectando gravemente a la economía global.

Estados Unidos, que depende del 72% de los semiconductores producidos en Taiwán, se vería obligado a defender a la isla para evitar un colapso en sus empresas tecnológicas. La caída de las fábricas taiwanesas en manos chinas sería un golpe fatal para la industria estadounidense.

Además, el impacto económico sería devastador. Se estima que las consecuencias para la industria de los semiconductores de Taiwán en caso de una invasión ascenderían a 500.000 millones de euros. A esto se sumaría el colapso de la cadena de suministros global, ya que el 40% del comercio mundial transita por el Mar de China. Una guerra en esta zona bloquearía el paso de los barcos y desencadenaría una paralización económica en China, la segunda economía mundial.

La creciente tensión entre China y Taiwán, especialmente desde que el nuevo presidente taiwanés calificó a China como una "fuerza extranjera hostil", eleva la preocupación de que el conflicto se convierta en una amenaza global inminente.