La ruta vital de Rusia
¿Por qué el mar Negro es la clave para una tregua en la guerra de Ucrania?
El contexto Europa puede lograr el alto el fuego en Ucrania, ya que controla el acceso de Rusia al sistema SWIFT, clave para activar la tregua en el mar Negro, centrada en exportaciones agrícolas.

El destino del mar Negro y una posible tregua en la guerra de Ucrania han quedado en manos de Europa. Rusia ha condicionado el alto el fuego en esta región clave a una sola exigencia: que su banco estatal vuelva a operar en el sistema internacional de pagos SWIFT, lo que le permitiría recibir transferencias por sus exportaciones agrícolas. Europa, que controla este sistema junto a EEUU, tiene ahora la llave de una decisión que podría cambiar el equilibrio de la guerra.
¿Por qué el alto el fuego solo se centra en el mar Negro y no en toda Ucrania? La respuesta está en la geografía y en la estrategia de Rusia. A pesar de ser el país más grande del mundo, con 17 millones de kilómetros cuadrados repartidos entre Europa y Asia, Rusia tiene un problema: no posee una salida directa y segura hacia las regiones donde quiere influir.
El mar Negro es su única vía natural hacia el Mediterráneo, Oriente Próximo, el norte de África y el sur de Europa. A través de él, Rusia puede mover mercancías y, lo que es más importante, fuerzas militares. Es su puente hacia Siria, donde mantiene bases militares, y hacia África, donde sigue activo en conflictos y operaciones estratégicas.
Pero no es solo una cuestión militar. Por el mar Negro transitan el 70% de las exportaciones rusas de cereales, el 7,5% de su gas y alrededor de dos millones de barriles diarios de petróleo. Es un corredor comercial esencial para un país que, debido a las sanciones occidentales, ha perdido acceso a muchos mercados financieros y logísticos. Mantenerlo seguro es una prioridad para Moscú.
Un beneficio también para Ucrania, pero en otra escala
El cese de hostilidades en el mar Negro no solo favorece a Rusia. Para Ucrania, también supone una ventaja: podrá exportar sus productos agrícolas sin el riesgo de que sus barcos sean atacados. Su economía, gravemente golpeada por la guerra, necesita esos ingresos.
Sin embargo, hay una diferencia. Mientras que para Ucrania el mar Negro es una vía comercial, para Rusia es una herramienta de poder. Kyiv no depende de este mar para proyectar influencia global, mientras que Moscú lo ve como un acceso esencial para su presencia en Oriente Próximo y África.
La decisión está en Europa
El ultimátum de Moscú coloca a Europa ante una encrucijada difícil. Si acepta desbloquear el acceso de un banco estatal ruso a SWIFT, facilitará a Rusia el cobro de sus exportaciones y, en consecuencia, aliviará parte del peso de las sanciones. A cambio, conseguiría estabilizar el mar Negro y permitir que tanto Rusia como Ucrania comercien sin temor a ataques.
Si, por el contrario, mantiene la restricción, la tregua no entrará en vigor, y el mar Negro seguirá siendo un campo de batalla clave. La presión económica sobre Rusia continuará, pero a costa de prolongar la incertidumbre en una región estratégica para el comercio mundial.