El general estadounidense retirado David Petraeus ha advertido a los gobiernos occidentales de tomar en serio las amenazas de Vladímir Putin de desatar una nueva guerra en Europa. Según Petraeus, Putin "no estará satisfecho con detenerse en Ucrania", y señala a Moldavia y los países bálticos como posibles próximos objetivos del líder ruso en caso de una derrota ucraniana en el campo de batalla.
Ucrania, con la región del Dombás de mayoría ciudadana rusa, ha sido escenario de tensiones separatistas respaldadas por Rusia. Ahora, en Moldavia, la situación presenta similitudes inquietantes. La región de Transnistria se autoproclamó independiente en 1992, respaldada desde entonces por Rusia con apoyo económico y militar.
Una solicitud formal de ayuda a Rusia por parte del Parlamento de Transnistria ante el 'acoso de Moldavia' recuerda el escenario previo a la intervención rusa en Ucrania. Además, Moldavia, que busca un acercamiento a la Unión Europea, ha levantado preocupaciones en Rusia, que ve amenazados sus intereses.
La posibilidad de que Rusia busque influir en las elecciones moldavas y colocar un líder afín preocupa, dado el fin del mandato presidencial este año y la falta de garantías para la reelección del actual presidente. La desconfianza hacia Rusia ha llevado a la suspensión de tratados y alertas sobre posibles interferencias en el referéndum para unirse a la UE.
Además, en la ciudad de Colbasna, Moldavia, se encuentra el mayor arsenal de armas del mundo, un hecho que incrementa la preocupación internacional. A pesar de las afirmaciones de Rusia sobre la antigüedad de estas armas, el lugar está fuertemente custodiado y no se permite la entrada de inspectores internacionales.
Estas alarmantes señales, junto con las palabras de Petraeus, subrayan la necesidad de que la comunidad internacional esté alerta ante una posible escalada de tensiones en Europa.
Contradicción y la falta de pruebas
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