Análisis de José María Rivero

Qué significa 'Santo Súbito' y por qué se ha oído varias veces esta expresión en el funeral de Benedicto XVI

El periodista José María Rivero analiza en este vídeo la figura de Benedicto XVI y el proceso de la Iglesia Católica para declarar a alguien santo. Un trámite nada fácil, pues es necesario haber realizado dos milagros acreditados.

Durante el funeral de Benedicto XVI se escucharon gritos de 'Santo Súbito'. Pero ¿qué quiere decir esta expresión? De ello nos habla el periodista José María Rivero en laSexta Clave: básicamente, consiste en agilizar los trámites para santificar a un papa; en concreto, unos cinco años. En otros tiempos de la Iglesia Católica, en la Edad Media, cuando moría alguien que tal vez merecía la santidad, los fieles gritaban 'Santo Súbito', y a los meses o al año era canonizado. Así pasó con San Antonio o con San Francisco de Asís, por ejemplo. Hoy en día, en los tiempos actuales, cuando los fieles gritan 'santo súbito' significa que se acorta el tiempo para llevar a cabo ese proceso.

Entramos en detalle: desde que se muere alguien que puede ser santo hasta que se inicia el proceso deben pasar cinco años, pero si los fieles gritan 'Santo Súbito' y la Iglesia lo acepta, los cinco años de trámite vuelan. Otro ejemplo: a Juan Pablo II, el día de su funeral, en abril de 2005, le gritaron 'Santo Súbito'. Un mes después, su sucesor, Benedicto XVI, autorizaba el inicio del proceso. Pero no es el único 'Santo Súbito' que hemos tenido recientemente: Madre Teresa de Calcuta, Santa Teresa, falleció en 1997, se firmó que se pudiera iniciar el proceso en el 99, y fue nombrada santa en 2016.

¿Cuáles son los requisitos para ser santo? Haber realizado dos milagros. Sí, como lees. El proceso para ser santo es largo: hay que tener informes, testimonios, discusiones de teólogos y cardenales... es todo un camino en el que la prueba final es acreditar dos milagros. Hay dos milagros atribuidos a Juan Pablo II: uno es el de Floribeth Mora Díaz, que había sufrido un aneurisma y los médicos le dijeron que le quedaba un mes de vida. Pidió a Juan Pablo II salvarse, y se salvó.

El otro caso es el de Marie-Simon Pierre, una monja con Parkinson en estado muy avanzado que pidió también a Juan Pablo II interceder para sanar, y sanó. Los comités médicos designados para analizar estos casos fueron incapaces de encontrar ninguna razón, lógica, científica, empírica, de esa sanación, por lo que fueron aceptados como milagro. Finalmente, cabe destacar que en estos tiempos hemos tenido récord de papas santos. Entre 1958 y 2005 hemos tenido cuatro papas. Tres de ellos han sido considerados ya santos, y uno beato, el nivel previo a ser considerado Santo.

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