El dinero de las donaciones a los partidos no es el único que se mueve en torno a las campañas electorales estadounidenses. ¿Qué otro dinero usan? En 2024, los superPACs, o supercomités de acción política, han movilizado 2.034.437.147 millones de dólares, equivalente a 1.874.219.760 euros. Este dinero, que no tiene límite en su origen ni en su cantidad, es utilizado por individuos y corporaciones para influir en el resultado electoral de maneras no directamente controladas por los partidos.

Los superPACs funcionan con total libertad: pueden gastar dinero en campañas para promover o atacar candidatos, sin estar formalmente alineados con los partidos políticos. Esto les permite actuar de manera más agresiva y creativa. Su gasto no solo se dirige a incentivar el voto a favor de una opción, sino también a desprestigiar a los adversarios. De hecho, según Open Secrets, el 49,99% del gasto en 2023-2024 se destinó a ataques directos contra los oponentes políticos, empleando anuncios que a menudo cruzan la línea de la decencia.

Sin embargo, la influencia de los superPACs no se limita a las campañas contra rivales políticos externos. También juegan un papel crucial en las luchas internas de los partidos. Un reciente ejemplo es la campaña de un superPAC vinculado al partido demócrata que instó a Joe Biden a considerar su retiro en favor de un nuevo liderazgo, reflejando cómo estos comités pueden también contribuir a las contiendas internas por la candidatura.