Este viernes, Carlos Mazón comparecerá ante Les Corts Valencianes para explicar la gestión de la DANA del pasado 29 de octubre. Hay seis preguntas que los ciudadanos esperan escuchar con claridad.

La primera: ¿por qué no suspendió la comida de trabajo mientras Utiel ya se estaba inundando? Cada minuto era decisivo, y Mazón estuvo incomunicado casi cuatro horas, y aunque él asegura que estuvo al tanto en todo momento, la vicepresidenta Ribera tuvo que llamarle en cuatro ocasiones para informarle de la situación. Su capacidad de respuesta en esos momentos cruciales será uno de los puntos que más se esperan que aclare. La segunda: ¿va a mostrar su teléfono? En su móvil aparecerían las llamadas perdidas y las horas de esas, lo cual ayudaría a aclarar detalles sobre la reunión del CECOPI.

La tercera: ¿por qué no se conectó al CECOPI a tiempo? Esta reunión comenzó a las 17:00 horas, pero Mazón no apareció hasta después de las 19:00 horas, según el gobierno valenciano. Esto habría contribuido a la tardanza en emitir la alerta a los móviles de los ciudadanos, lo cual provocó que muchos recibieran el aviso demasiado tarde, cuando ya intentaban ponerse a salvo por sus propios medios.

La cuarta: ¿por qué la alerta no se emitió antes? La alerta finalmente se emitió a las 20:12 horas, casi al límite de lo que algunos consideran un aviso efectivo. Este retraso no fue el único recurso que llegó tarde, ¿por qué tardó tanto en solicitar ayuda al Gobierno central? Lo hizo de poco a poco, en lugar de pedir una intervención más rápida y completa.

Por último, ¿va a cargar toda la responsabilidad sobre sus conselleras para mantenerse en el cargo? Es una duda clave, especialmente después de que Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, declarara que espera que la comparecencia de Mazón pueda "reconfortar" a los ciudadanos.

Según ha podido saber laSexta, las expectativas son altas; Feijóo ha dejado entrever que, de hacerse en los términos acordados, él quedaría satisfecho. Sin embargo, dentro del propio PP hay quienes consideran que, incluso con posibles ceses de conselleras, no será suficiente y que probablemente se necesitará abrir un proceso de sucesión en la Comunitat Valenciana.

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