Se saltaron todas las normas
¿Por qué es tan grave que funcionarios estadounidenses discutieran sobre seguridad nacional en Signal?
Las consecuencias El uso de una app cifrada en vez de un SCIF expone secretos de Estado. Steve Witkoff, en Rusia, participó, lo que podría violar la Ley de Espionaje y beneficiar a potencias extranjeras.

Varios altos funcionarios estadounidenses discutieron información clasificada sobre seguridad nacional a través de Signal, una aplicación de mensajería cifrada similar a WhatsApp, en lugar de utilizar los estrictos protocolos establecidos por la ley.
Las normas en Estados Unidos son claras: cualquier discusión sobre seguridad nacional debe llevarse a cabo dentro de un SCIF (Sensitive Compartmented Information Facility), una sala especialmente diseñada para evitar cualquier tipo de espionaje. Allí están prohibidos los teléfonos móviles, relojes inteligentes y cualquier dispositivo electrónico. Sin embargo, los implicados—que cuentan con SCIF en sus propias casas—decidieron ignorar estas medidas y optaron por hablar desde sus móviles personales.
El factor ruso: un alto funcionario habló desde Moscú
Uno de los aspectos más alarmantes del caso es la ubicación de Steve Witkoff, un hombre de confianza de Trump, quien participó en el grupo de Signal desde Rusia. Witkoff había sido enviado a Moscú hace dos semanas para reunirse con Vladímir Putin y, según fuentes, esperó ocho horas dentro del Kremlin antes de su encuentro con el presidente ruso.
Los expertos en ciberseguridad son tajantes: no importa qué tan segura sea la aplicación utilizada, si un teléfono se encuentra en territorio ruso y tiene activadas conexiones como WiFi o Bluetooth, los servicios de inteligencia rusos pueden acceder a su contenido.
¿Violación de la ley de espionaje?
Juristas y analistas aseguran que la decisión de discutir estos temas fuera de un SCIF podría violar la Ley de Espionaje de EEUU, una legislación que castiga la divulgación no autorizada de información de seguridad nacional. La propia directora de la CIA, quien también formaba parte del grupo de Signal, fue contundente hace apenas dos semanas: "Cualquier divulgación no autorizada de información clasificada es una violación de la ley y será tratada como tal".
La pregunta ahora es si esta regla se aplicará en este caso o si el asunto será ignorado por las autoridades. ¿Habrá consecuencias para los involucrados? ¿Se abrirá una investigación oficial? Lo que es seguro es que este escándalo deja en evidencia graves fallos en la seguridad nacional de EEUU y podría tener repercusiones impredecibles en el tablero geopolítico.