El mapa postelectoral de las elecciones en Cataluña revela una marcada división entre las zonas urbanas y rurales. Aunque el PSC emerge como ganador en términos generales, es en las grandes ciudades donde obtiene su mayor respaldo, mientras que Junts lidera en la mayoría de los municipios.

Con un total de 726 municipios ganados de 948, la formación de Puigdemont se afianza como fuerza predominante en las áreas rurales y menos pobladas; en los pueblos más pequeños, de menos de 100.000 habitantes, obtiene el 32,2%. Por otro lado, el PSC asegura la victoria en los núcleos urbanos, especialmente en ciudades con más de 100.000 habitantes, donde obtiene el 32,6% del voto.

El análisis demográfico revela que el voto al PSC está vinculado a áreas con altas tasas de inmigración, rentas más bajas y mayores índices de desempleo. En contraste, el respaldo a Junts proviene mayoritariamente de nativos catalanes y aquellos con ingresos más elevados.

Al examinar la dicotomía entre opciones independentistas y no independentistas, se constata que el independentismo prevalece en las áreas rurales, mientras que los partidos no independentistas obtienen mejores resultados en las ciudades y áreas metropolitanas. En las ciudades con más de 100.000 habitantes, el 35% es independentista, mientras que en los municipios de menos de 10.000 habitantes lo es el 61%.

En cuanto al origen de los votantes, en los lugares donde más del 75% han nacido en Cataluña, el 62% del voto es independentista, mientras que en los que menos del 50% ha nacido en Cataluña el porcentaje del voto independentista es la mitad (29%). La edad también influye, los más mayores son independentistas.

En cuanto a partidos minoritarios, Alianza Catalana logra representación con dos diputados, concentrando su voto en municipios donde tienen mayor arraigo histórico, como Ripoll y sus alrededores. Sin embargo, en municipios con mayor diversidad demográfica, Junts lidera. Por su parte, el PP y Vox encuentran apoyo en áreas específicas. Vox gana en un municipio rural, mientras que el PP se posiciona por primera vez como el partido más votado en un barrio de renta alta en Barcelona, reflejando la diversidad del electorado catalán.