Rusia está empleando drones kamikaze en su nueva ofensiva contra Ucrania. ¿Cómo son estos drones? ¿Por qué suponen una amenaza grande en este escenario de la guerra? Estos modelos son conocidos como Geran o Shahed, que significa 'mártir' en el mundo islámico.

Su función es clara: explotan y causan la mayor destrucción posible. Estas armas son fabricadas por Irán y son utilizadas por Rusia para atacar objetivos concretos. No son precisamente pequeños: miden tres metros de ancho y pesan 200 kilos. Además, cuentan con un pequeño motor con el que pueden volar hasta 2.500 kilómetros.

Estos drones son muy precisos, al contrario de los misiles grandes, que tienen un margen de error de 800 metros. La parte 'positiva' es que se pueden parar; viajan a 180 kilómetros por hora y suenan como un cortacésped, lo que permite que se puedan ver a lo lejos. Para poder derribarlos, se precisa de un lanzacohetes, pero no siempre se tiene a alguien listo para dispararlo.

Otra de las preguntas es qué papel juega China, ya que los materiales con los que se fabrican estas armas salen de allí. Sin embargo, no hay pruebas que expliquen cómo han llegado estos drones a Putin. Ya se han avanzado sanciones a Irán, como prohibir viajar a gente con poder en Irán o bloquear sus cuentas bancarias en el extranjero.