La 'doctrina De Gaulle'
El rearme de Europa podría tardar una década para alcanzar su independencia militar de Estados Unidos
¿Qué están diciendo? Expertos estiman que Europa podría tardar entre siete y diez años en modernizar su defensa con armamento disponible, pero si busca desarrollar sus propios sistemas y alcanzar una independencia total, el plazo se vuelve incierto.

"La fuerza disuasoria también funciona para un protector abusivo", sentenció el presidente francés Charles de Gaulle en los años 60, al justificar su apuesta por las armas nucleares. De Gaulle no solo temía a las agresiones externas, sino que también veía en ellas una herramienta para evitar "posibles chantajes" por parte de su protector estadounidense, que a su juicio no garantizaría la seguridad de Francia por completo.
Más de medio siglo después, Europa parece retomar la 'doctrina De Gaulle', buscando una mayor independencia militar de Estados Unidos. La creciente preocupación por la seguridad del continente ante amenazas como Rusia y la incertidumbre sobre la fiabilidad de su principal aliado norteamericano han impulsado a los países europeos a replantearse su dependencia del poder militar estadounidense. Así, comienza a planearse un rearme militar.
Pero, ¿cuánto tiempo necesitará Europa para rearmarse adecuadamente? Los expertos, como Antonio Fonfría de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares, estiman que un rearme rápido, mediante la compra de armamento disponible y la modernización de sistemas existentes, podría tardar entre siete y diez años. Sin embargo, si Europa decide desarrollar nuevos sistemas de defensa y aumentar su capacidad de producción, el proceso podría extenderse entre diez y quince años.
¿Sería suficiente para conseguir una independencia total de Estados Unidos en términos de defensa? La respuesta es compleja. Ni siquiera Estados Unidos tiene una independencia militar absoluta, ya que muchos de sus sistemas incluyen componentes de otros países. Además, los analistas de defensa como Enrique Navarro advierten sobre los riesgos de duplicidad innecesaria en el gasto de recursos si Europa intenta desvincularse completamente de Washington. Si la independencia total es el objetivo, sería necesario aún más tiempo y un esfuerzo titánico.
La cuestión que se plantea ahora es cuán deteriorada está la estructura de defensa europea. Francia, por ejemplo, dispone de misiles para apenas tres días de combate intenso, mientras que Alemania cuenta con menos material militar que hace dos décadas. El Reino Unido, por su parte, no tiene la capacidad para mantener intervenciones de gran escala como las realizadas en años anteriores.
Europa, que en las últimas décadas redujo sus inversiones en defensa tras el fin de la Guerra Fría, se enfrenta ahora a una realidad muy distinta, marcada por una Rusia que sigue invirtiendo y produciendo armamento a un ritmo que supera el de los países europeos, gracias a sus vastos recursos y un mercado mucho más eficiente.