Roberto Fico ha ganado las elecciones legislativas en Eslovaquia. Partía como favorito en las encuestas y el resultado final lo ha confirmado. Es el líder del partido Smer-SD (Dirección-Socialdemocracia Eslovaca) y se caracteriza por ser un fanático del presidente de Rusia, Vladimir Putin. Además, es un populista y un misógino. Pero más allá de esto, su victoria ha sorprendido a Bruselas porque hace cinco años tuvo que dimitir por su relación con el asesinato de un periodista que investigaba la corrupción en su partido.

El 21 de febrero de 2018, el periodista de investigación eslovaco, Ján Kuciak, y su novia, Martina Kusnirová, fueron asesinados a tiros en su casa, cerca de Bratislava. Un crimen que las autoridades vincularon inmediatamente con el trabajo que estaba realizando en aquel momento. El reportero eslovaco estaba investigando la conexión de la mafia italiana con dos colaboradores del gobierno de Fico. El escándalo apuntaba a que ambos colaboradores de Fico tenían relaciones "turbias" con un hombre perteneciente a la N'drangheta, la mafia de Calabria. Kuciak denunció en su artículo que la mafia calabresa había realizado fraude fiscal, estafas a los fondos de la Unión Europea, tenencia ilícita de armas y amenazado de muerte a empresarios.

El asesinato desató una ola de protestas e indignación dentro del país. Y una semana después del asesinato, 40.000 personas se echaron a la calle para pedir justicia y exigir la dimisión de Fico. El lema de la manifestación fue claro: "Por una Eslovaquia decente". La gente había dejado de creer en el sistema y sentían que todo estaba corrupto.

Fico estaba en el centro de las protestas y reaccionó de una manera inesperada. Dio una ruda de prensa para informar de que ofrecía una recompensa de un millón de dólares a quién dijese quién había matado al periodista. Sin embargo, nadie se creyó esta estrategia y la presión social siguió tomando fuerza. Hasta tal punto, que el 15 de marzo de 2018, Fico dimitió.

Su caída provocó cambios importantes. La investigación comenzó a avanzar y meses después se identificó a las dos personas que participaron en el asesinato y a la que les había contratado.

Fico dio un paso atrás, pero siguió en política. Y ahora, cinco años después, se ha aprovechado de la mala gestión que ha hecho su predecesora, Zuzana Čaputová, en las crisis de la pandemia y la guerra de Ucrania para volver a ganar las elecciones. Esta será será su tercera etapa en el poder. Ya fue primer ministro de Eslovaquia entre 2006 y 2010 y entre 2012 y 2018. Sin embargo, la población eslovaca ya sabe lo que le espera: un líder populista y prorruso, que pondrá fin al envío de armas a Ucrania, y que actuará con mano dura contra los migrantes que llegan de los Balcanes.