En manos del grupo armado M-23
Ruanda-Congo, la guerra que permanece oculta a los ojos de Europa y que ya deja más de 400.000 personas huidas de sus casas
¿Qué está pasando? En el Congo ya están combatiendo tropas de siete países. La anterior guerra en el Congo acabó con la vida de 6 millones de personas y fue calificada de una guerra mundial Africana, donde lucharon 10 países.
Hay una guerra en marcha que permanece oculta a los ojos de Europa. Ruanda está invadiendo el Congo, lo que ha provocado que 400.000 personas han tenido que abandonar su casa solo en lo que llevamos de año.
La segunda ciudad más importante de el Congo ha caído en manos de un grupo armado llamado M-23. Su portavoz ha asegurado que no se van a detener allí, que quieren llegar a la capital, Kinshasa y dar un golpe de estado. Ante esto, el Ejército congoleño ha abandonado a la carrera el aeropuerto de la ciudad para salvar la vida. Los mercenarios europeos que había contratado el gobierno también se han rendido.
La ONU asegura que ese grupo armado llamado M-23 está respaldado por el vecino país de Ruanda y confirma que cuenta con 4.000 soldados ruandeses. Por su parte, Ruanda lo niega, pero nadie en el Congo duda de que el objetivo de Ruanda es controlar las minas de minerales que posee el Congo.
Los congoleños piden a Europa y Estados Unidos que presione a Ruanda con sanciones como hicieron hace 12 años cuando el M-23 hizo lo mismo que está haciendo ahora. Las embajadas de Estados Unidos, Francia y Bélgica han sido atacadas. Se les acusa de haber apoyado al régimen Ruandés.
De fondo en este conflicto está el genocidio cometido por los hutus sobre los tutsis a finales de los 90. Esto provocó el nacimiento del M-23, que defiende a los tutsis. Ruanda dice que solo busca proteger a esta minoría, pero en el Congo se asegura que quieren controlar las minas de los materiales con los que se fabrican los dispositivos tecnológicos.
La anterior guerra en el Congo acabó con la vida de 6 millones de personas y fue calificada de una guerra mundial Africana, donde lucharon 10 países.
Hasta ahora, 400.000 personas ya han huido de sus casas. Según las organizaciones humanitarias, 21 millones de personas necesitan ayuda: no tienen agua corriente y la comida comienza a escasear.